En un momento en el que la lucha contra el cambio climático comienza a formar parte de la agenda política y social, el Servicio de Farmacia del Hospital Nacional de Parapléjicos ha ideado y desarrollado un sistema, bautizado como ‘Dale color a tu dosis unitaria’, para reducir los residuos contaminantes en el proceso de identificación de unidosis que se lleva a cabo en los servicios de Farmacia de los hospitales.
El responsable del Servicio de Farmacia del hospital toledano, David García, ha explicado a Diariofarma que, con el establecimiento de la unidosis en los servicios de Farmacia, "desde los años 70, pero, sobre todo, a partir de los 90", que implica que cada medicamento vaya perfectamente identificado, hizo que muchos optarán por el método del reenvasado. "Para ello, se usan unas máquinas que lo que hacen es meter el comprimido en un sistema de aluminio, plástico y calco, que además de ser altamente contaminante es bastante costoso", asegura.
Especifica, a este respecto, que para reenvasar 100.000 comprimidos un hospital necesitaría unos 13 kilómetros de estos materiales, que son altamente contaminantes y en total pesarían unos 67 kilogramos, y una máquina reenvasadora que, dice, "cuesta entre 20.000 y 100.000 euros".
En cambio, asegura que con el sistema que han ideado, y para el que han solicitado protección de propiedad intelectual, utilizan etiquetas que se adhieren sobre cada unidad del blíster que les llega de la industria. "De esa etiqueta, solo contamina una parte. Por un lado, está la propia etiqueta, que es de papel, y por tanto reciclable. Y luego está el soporte, de donde se despega, que sí es contaminante. Pero para hacer 100.000 etiquetas necesitaríamos entre 2-4,5 kilogramos y nos vale con una impresora que cuesta 50 euros", continúa, apuntando "diferencias abismales en contaminación y también en coste".
La única desventaja que puede presentar este sistema frente al del reenvasado tiene que ver con la posibilidad de que se diseñen etiquetas sin solapa, que puede complicar el proceso de sacar el comprimido. "Por eso usamos etiqueta con solapa, la cual sigue siendo papel", afirma García.
Extensión del proyecto
El centro toledano lleva tiempo utilizando este sistema, y recientemente se han adherido a esta forma de trabajar otros 25 hospitales más. Gracias a eso, se congratula el responsable del Servicio de Farmacia, "conseguiremos reducir miles de kilos cada año en plásticos y aluminio".
Y es que, apunta, pese a que en los hogares se ha comenzado en los últimos años a tomar conciencia sobre la importancia del reciclado y el uso de materiales menos contaminantes, en los centros de trabajo no ha terminado de darse el paso. "En el trabajo suele ser donde más contaminamos, no muy estamos sensibilizados con este tema. En los hospitales se utiliza mucho material contaminante y concretamente los servicios de Farmacia tienen que pensar que hay alternativas más ecológicas y baratas", ha opinado.
La idea ahora es que más centros se adhieran al proyecto, que cuenta con el respaldo de la la Sociedad Castellano Manchega de Farmacia Hospitalaria (SCMFH). "En breve dos hospitales más se sumarán y esperamos que se vaya generalizando este cambio que generará un ahorro sustancial de contaminantes y de costes al sistema sanitario", ha concluido García, quien recuerda que el sistema puede resultar útil, además, en la preparación de unidosis para centros sociosanitarios.