La innovación en tratamientos oncohematológicos es creciente en los últimos años, lo que acarrea cada vez mayor nivel de especialización en su administración y coordinación entre niveles asistenciales para individualizar el abordaje a cada paciente. En este contexto de creciente complejidad clínica, el papel de Farmacia Hospitalaria es clave para una adecuada calidad asistencial y sus profesionales juegan un papel clave en el marco de los equipos multidisciplinares. Esta es una de las principales conclusiones que se han puesto sobre la mesa en una nueva edición de Farmaimpulso Oncohematología, una reunión organizada por Johnson & Johnson en Madrid y que ha reunido a más de 150 profesionales de farmacia hospitalaria oncohematológica.
El encuentro ha permitido poner en valor su papel en la selección y evaluación de medicamentos, así como las posibilidades de la farmacogenética o el uso de la inteligencia artificial en el futuro.
“Los tratamientos en Oncohematología suelen ser complejos y altamente especializados, por lo que los farmacéuticos de hospital juegan un papel clave en la selección, dosificación, administración y monitorización de los medicamentos”, ha explicado María Espinosa, especialista en Farmacia Hospitalaria del Hospital Regional Universitario de Málaga. Además, ha detallado, estos profesionales “contribuyen a la investigación y desarrollo de nuevos fármacos y protocolos de tratamiento, aportando una perspectiva única basada en nuestra experiencia práctica y conocimiento técnico; y gestionando de manera eficiente el uso de medicamentos”.
En este sentido ha coincidido Gerardo Cajaraville, farmacéutico hospitalario oncológico: “El abordaje de los pacientes oncohematológicos es cada día más complejo y multidimensional. Se requieren todas las visiones y aunar el mayor nivel y variedad de conocimientos”. Una muestra del valioso papel de la farmacia de hospital en el abordaje de pacientes oncohematológicos es la aplicación de terapias complejas que, como recuerda la doctora Espinosa, “pueden requerir procesos individualizados y una coordinación logística meticulosa; así como conocimientos específicos para el manejo, administración, seguimiento y educación de los pacientes”.
Además de la aplicación de tratamientos innovadores, los especialistas han profundizado en el conocimiento de las nuevas necesidades del paciente, no solo desde el punto de vista científico y técnico, sino en cuanto a la experiencia del paciente y la humanización de la asistencia sanitaria en todas sus dimensiones. “La mejora continua es una necesidad irrenunciable y debemos reconocer con humildad que son muchos los logros alcanzados, pero aún son mayores los retos que nos deparará el futuro” ha reconocido el doctor Cajaraville, quien ha recordado que encuentros como Farmaimpulso permiten a los profesionales ampliar este conocimiento, por ejemplo, en lo que respecta a la medida de resultados en la vida real.
Innovación y personalización
La innovación ha tenido un papel destacado en esta jornada, en la que se ha abordado la incorporación de terapias dirigidas como las células CAR-T o los anticuerpos biespecíficos que, en palabras de la doctora Espinosa, “podrían representar un cambio en el enfoque y las posibilidades terapéuticas para ciertos tipos de cáncer, particularmente aquellos que han sido resistentes a tratamientos más tradicionales”. Entre los horizontes de investigación farmacológica más relevantes en este ámbito está la posibilidad de extender este tipo de terapias a otros tipos de cáncer y el desarrollo de terapias alogénicas, también conocidas como ‘off-the-shelf’, lo que “podría ayudar a facilitar la disponibilidad y reducir costes y tiempos de producción”, según señala la especialista.
Además, como ha subrayado la doctora Espinosa, “la incorporación de estrategias terapéuticas innovadoras en estadios cada vez más precoces de la enfermedad oncohematológica permite ya en muchos casos la cronificación de la patología y posiblemente podamos ver en un futuro próximo un aumento en las tasas de curación de pacientes afectados por neoplasias”.
Como ha señalado por su parte la Dra. Irene Mangues, jefa de Sección del Servicio de Farmacia del Hospital Universitari Arnau de Vilanova de Lleida, el encuentro también ha permitido abordar algunos de los retos de futuro que afronta la especialidad, debido precisamente a esa complejidad creciente en los tratamientos oncohematológicos, “con mecanismos de acción cada vez más complejos”.
Estos y otros retos como “la atención farmacéutica a distancia mediante telefarmacia, cómo abordar la mejora en la coordinación entre niveles asistenciales, los nuevos conocimientos a adquirir por la incorporación al arsenal terapéutico de nuevos medicamentos con complejos mecanismo de acción y manejo, el papel del farmacéutico en las comisiones de tumores moleculares y terapias avanzadas y los cambios que puede suponer la inteligencia artificial” han sido algunos de los temas que han centrado esta nueva edición de Farmaimpulso dedicada a los cánceres hematológicos, un conjunto de enfermedades para las que se estiman más de 21.000 nuevos diagnósticos en España a lo largo de 2024 .
La reunión también ha permitido abordar los avances en investigación clínica y desarrollo de fármacos, tal y como ha manifestado la doctora Ana Rubio, farmacéutica especialista en Farmacia Onco-hematológica del Hospital General Universitario de Toledo, quien destaca la importancia de la consideración y evaluación precoz de los datos derivados de la utilización de fármacos en vida real como motor que ha permitido el desarrollo de nuevas terapias.
La doctora Ana Rubio, ha destacado también la relevancia que puede ganar en el futuro la aplicación de la inteligencia artificial a la farmacia de hospital, desde el diagnóstico y el manejo clínico de la enfermedad, hasta la selección y estratificación de pacientes para la administración de terapias personalizadas, la detección precoz de efectos adversos o posibles resistencias a tratamientos. En definitiva, “cualquier aspecto que nos imaginemos que suponga el análisis de datos de manera efectiva, que permita construir modelos predictivos y que nos ayuden a tomar decisiones”, ha detallado Rubio, quien ha añadido que “ya lo tenemos disponible para automatizar tareas repetitivas, lo que nos permite dedicar más tiempo a actividades de mayor valor añadido”.
El concurso de pósteres
Como cada año, Farmaimpulso ha contado con un concurso de pósteres que tiene como objetivo promover una mejora continua en la atención y tratamiento de pacientes desde la Farmacia Hospitalaria. Un certamen que este año ha batido su récord de participación con más de 80 candidaturas, lo que refleja el creciente interés y compromiso de la comunidad farmacéutica de hospital con la investigación y la innovación en oncohematología.
A la hora de elegir los pósteres ganadores, los miembros del Comité Científico han valorado que los trabajos tengan un impacto directo y práctico en la atención al paciente o en la mejora de procesos en oncohematología. Como explica el doctor Cajaraville, “en estos trabajos evaluamos la calidad científica, su originalidad, el diseño, que sean multicéntricos y el impacto que pueden tener los resultados en la práctica clínica”. Además de estos criterios, el Comité Científico ha coincidido en la gran calidad de los trabajos presentados. “Pueden verse ya proyectos muy interesantes con la participación de la inteligencia artificial”, ha subrayado la doctora Mangues.
En la categoría de ‘Experiencias en vida real’, el primer premio recayó sobre el ‘Proyecto FOCO: Fotografía de la medicina Complementaria en pacientes Oncológicos’, presentado por Vicente Escudero, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid; mientras que el segundo premio fue para el proyecto ‘Análisis retrospectivo del score LIPS-3’, realizado por Inés Soto, del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela.
En la categoría de ‘Ideas y proyectos innovadores’, de nuevo, Vicente Escudero, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, obtuvo el primer premio con el proyecto ‘Inteligencia artificial para optimizar la atención farmacéutica en el paciente oncológico’; y el segundo premio recayó sobre Carla Liñana, del Hospital General Mateu Orfila de Mahón (Menorca) con ‘ALGOPROMIA: Proyecto de integración de Machine Learning para optimizar la implementación de PROMS en Oncología’.
Por último, el premio especial otorgado por el Comité Científico fue para el proyecto ‘Humanización del paciente onco-hematológico’, desarrollado por Ana Moya, del Hospital General Universitario de Valencia.