La Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC) ha manifestado este martes, que considera “positivo que varias comunidades autónomas hayan decidido dar un paso adelante para contar con las farmacias comunitarias y sus profesionales en la lucha contra la pandemia”.
Igualmente, la sociedad científica lleva “desde el inicio de la pandemia reivindicando un mejor aprovechamiento de los conocimientos de los farmacéuticos comunitarios para mejorar el abordaje de la pandemia, por lo que las iniciativas dirigidas a contar con estos profesionales son un paso adelante para frenar las distintas olas de contagios”.
No obstante, matiza, “existe mucha disparidad entre las distintas iniciativas autonómicas, ya que cuentan con planteamientos muy distintos en muchos casos”. Es por ello que, ante este escenario, y de acuerdo con los principios que inspiran el anteproyecto de ley de medidas para la equidad, universalidad y cohesión del sistema nacional de salud, SEFAC manifiesta que “sería deseable una mayor homogeneidad en las distintas iniciativas en las que se quiere contar con la colaboración de las farmacias comunitarias en la detección del covid”.
En su valoración, considera que esta cuestión debería, al menos cumplir con tres requisitos. En primer lugar, “es imprescindible que estos programas se lleven a cabo en el marco de una colaboración con las autoridades sanitarias: de este modo se garantiza que la notificación y certificación de los resultados permita el control epidemiológico de los distintos casos, su seguimiento y trazabilidad”.
Igualmente consideran necesario que “los farmacéuticos participantes dispongan y apliquen protocolos para garantizar que los test se realizan correctamente, son usados por personas que los necesitan y los resultados son válidos”. En este sentido, SEFAC considera que los programas deben permitir que el farmacéutico comunitario “no solo supervise, sino que también pueda realizar el test a todas aquellas personas que se lo soliciten, pues en muchos casos hay dudas y desconocimiento sobre cómo se debe hacer la prueba”.
Por último consideran fundamental que el servicio que se presta, “que va mucho más allá de dispensar el test debe ser sostenible en el tiempo, de modo que el farmacéutico comunitario pueda mantener esta prestación de manera continuada”.
Igualmente considera que caso de no estar concertada la financiación de un servicio farmacéutico por la Administración mediante convenio o incluida cuando haya una prescripción del test, “la farmacia comunitaria tiene derecho a ser retribuida por la prestación del servicio, siempre previa información al paciente del importe de la misma y tras recabar de este último su consentimiento informado”.
Para SEFAC, cualquier iniciativa que no cumpla con estos criterios “no alcanzará los objetivos de ayudar a frenar la pandemia y mejorar la atención de la población y solo serán una nueva oportunidad perdida. En estos momentos, los modelos aplicados en Cataluña y Aragón serían los que más se ajustan a los requisitos que plantea SEFAC”.