Profesión

Sefac apuesta por el refuerzo de la labor clínica y la teleatención sin caer en la deshumanización

La Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (ha celebrado en Zaragoza una  nueva jornada científica-profesional en la que se han dado cita más de 160 farmacéuticos comunitarios.
Jornada Sefac en Zaragoza.

La Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac) ha celebrado en Zaragoza una nueva cita de sus jornadas SEFAC en formato presencial, con el objetivo brindar a todos los farmacéuticos comunitarios la actualización de sus conocimientos científicos y conocer los nuevos retos profesionales del colectivo.

La Jornada, a la que han asistido más de 160 profesionales del sector, ha sido inaugurada por José María Abad, director general de Asistencia Sanitaria del Gobierno de Aragón, quien ha estado acompañado de Vicente J. Baixauli, presidente de Sefac; José Luis Allué, presidente de Sefac Aragón, La Rioja y Navarra; y Raquel García, presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza.

En su discurso inaugural, Abad ha reconocido el papel de los farmacéuticos en el Sistema Nacional de Salud: “Si algo nos ha demostrado la pandemia de Covid-19 es la necesidad de reforzar el sistema sanitario y esto requiere la colaboración de todos los agentes, entre ellos los farmacéuticos comunitarios, que siempre han demostrado su buena predisposición”, ha señalado. En esta línea, José Luis Allué, presidente de SefacC Aragón, La Rioja y Navarra, ha insistido en que “los farmacéuticos comunitarios son profesionales sanitarios, clínicos y asistenciales y están a disposición de las autoridades para trabajar más activamente en las distintas estrategias sanitarias que se lleven a cabo”.

Por su parte, el presidente de Sefac, Vicente Baixauli, ha recordado que “durante la pandemia los farmacéuticos comunitarios pueden estar orgullosos de su labor, porque han estado siempre donde tenían que estar ayudando a los pacientes, aunque en ocasiones no se haya aprovechado todo su potencial”. En esta idea ha insistido la presidenta del COF de Zaragoza, Raquel García, quien ha insistido en que “si bien durante la pandemia los farmacéuticos comunitarios se han sentido a veces infrautilizados, la Covid-19 ha demostrado el valor fundamental de la farmacia comunitaria, sobre todo en la atención a los pacientes crónicos”.

El programa ha incluido la sesión titulada La farmacia comunitaria como centro sanitario: debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades. En esta mesa distintos expertos han analizado la situación actual del sector. Ángel Sanz, consultor farmacéutico y evaluador de tecnologías sanitarias, ha mencionado algunas de las principales debilidades del sector, entre las que ha destacado un modelo de farmacia centrado principalmente en el acceso. “Hay debilidades del sector vinculados a su funcionamiento de manera aislada, lo que resta capacidad de acción, además en ocasiones hay falta de actitud y el sistema retributivo es perverso porque no premia al que mejor lo hace, sino que prima vender más”.

En el capítulo de amenazas para la farmacia comunitaria, Fernando Castillo, director general de Novaltia, ha identificado varios grandes bloques de amenazas que son “aquellas de corte internacional relacionadas con el avance de las grandes superficies, el ecommerce, el home delivery o entrega a domicilio y las grandes aseguradoras; las derivadas de los cambios normativos promovidos por las Administraciones y, por último y más preocupante, la desafección que tiene el sector hacia sus propias instituciones farmacéuticas”.

Por lo que respecta a las fortalezas del sector, Raquel García, presidenta del COF de Zaragoza, ha destacado la cercanía y capilaridad del modelo de farmacia español, que es una garantía que da tranquilidad a la población y que “se ha demostrado fundamental durante la pandemia, especialmente en el medio rural. Además, el hecho de que las farmacias en España sean independientes también ofrece la tranquilidad de que se opera al margen de grandes intereses económicos”.

En el capítulo de oportunidades, José Luis Allué, presidente de Sefac Aragón, La Rioja y Navarra, ha citado “la implantación efectiva de los servicios profesionales farmacéuticos asistenciales, la creación de una especialidad en Farmacia comunitaria clínica, la atención a los pacientes crónicos y el desarrollo de la atención farmacéutica domiciliaria y teleatención farmacéutica”. Además, ha recalcado que “la farmacia comunitaria debe saber responder a los problemas antes de que no tengan vuelta atrás y sufra el síndrome de la rana hervida, que cuando quiso darse cuenta del aumento de temperatura del agua en la olla, ya fue demasiado tarde”.

Además de reforzar la vertiente clínica y asistencial, el otro gran reto del sector es encarar la digitalización para adaptarse a los cambios profundos que traen las nuevas tecnologías a nivel social. Esta nueva realidad ha sido analizada por Eduardo Satué, vicepresidente 2º de SEFAC, y Gaspar Linares, tesorero de Cofares. En opinión de Satué, “las nuevas tecnologías son necesarias, pero establecer un modelo que en estos momentos excluya la presencialidad no es deseable. Los pacientes necesitan seguridad, confianza y conocer sus opciones terapéuticas con un trato humano y no a través de un programa informático”. Además, considera que el farmacéutico comunitario tiene que aportar más valor que solo la entrega del medicamento: “Si nos limitamos a la entrega sin más del medicamento estaremos compitiendo con el repartidor de pizza. Si, en cambio, damos una atención integral y coordinada con otros profesionales, estaremos dando un valor diferencial con el que no puede competir un repartidor”. En este sentido, Satué ha recalcado que no es lo mismo la telefarmacia, que es un concepto que se entiende más de forma comercial vinculado a la entrega del producto, que la teleatención farmacéutica: “La teleatención farmacéutica utiliza las tecnologías de la información y comunicación para complementar y optimizar la práctica de la atención farmacéutica en el ámbito comunitario, tanto en objetivos como en sus procedimientos, sin perjuicio de la atención personalizada y presencial que precise el paciente, especialmente con patologías crónicas”.

Por su parte, Gaspar Linares ha destacado la importancia de adaptarse a los cambios, si bien "cuando se pregunta quién cree en los cambios, quién quiere cambiar y quién está dispuesto a liderar el cambio, las respuesta no suelen coincidir y el número de manos levantadas se reduce”.

Formación

El programa científico de la jornada, que ha replicado su programa en horario de mañana y tarde para facilitar el acceso de todos los farmacéuticos comunitarios, independientemente de su horario laboral, ha incluido también distintos talleres prácticos en patologías que se pueden abordar desde las farmacias. Dichos talleres tratan áreas como la adherencia en pacientes osteoporóticos y con patología respiratoria, el abordaje de la hiperplasia benigna de próstata en la farmacia comunitaria, la intervención farmacéutica en la dispensación de análogos GLP-1 inyectables, la indicación farmacéutica en tapón de oído y cómo afrontar el desarrollo profesional en la farmacia comunitaria.

Además, la jornada ha incorporado contenidos interactivos, elementos de role-play y técnicas de gamificación, con la inclusión de una sesión en formato escape room, sobre bulos en medicamentos en Internet, en la que se invita a los farmacéuticos comunitarios, en calidad de agentes sanitarios expertos en el medicamento, a convertirse en cazadores de bulos.

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