La Comisión de Salud Pública ha aprobado las recomendaciones para la vacunación de meningitis B para la población de 2, 4 y 12 meses de edad (a través de tres dosis). La implantación de esta vacunación se realizará en todas las comunidades autónomas y el sistema deberá estar desarrollado dentro del calendario vacunal para finales de 2024.
Hasta el momento Castilla y León, Canarias, Andalucía y Cataluña eran las únicas que ya venían asumiendo la financiación de la vacuna de Bexsero. El resto de comunidades autónomas, siempre que el pleno del Consejo Interterritorial de su visto bueno, deberán incluir la incoporación de esta vacuna a sus respectivos calendarios para que a partir de 2025, como muy tarde, sea gratuita para los usuarios en todo el territorio nacional.
En su reunión celebrada este jueves la Comisión ha aprobado el Calendario Común de Vacunación a lo largo de la Vida para el año 2023, así como el específico para grupos de riesgo, incluyendo la recomendación mencionada de vacunar de forma sistemática a la población infantil frente a la enfermedad meningocócica invasiva (EMI) por serogrupo B con la vacuna 4CMenB (Bexsero), debido “a la alta gravedad y las secuelas de esta enfermedad, así como la equidad de la medida en la población”.
Asimismo, se mantiene la recomendación, ya aprobada en 2018, de administrar dos dosis de la vacuna 4CMenB a personas de grupos de riesgo no vacunada previamente. Además, en estos grupos de población se recomienda la administración de una dosis de recuerdo un año después de completar la vacunación y, posteriormente, cada cinco años.
Por otro lado, este organismo ha probado el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas por Bajas Temperaturas 2022-2023, que establece las recomendaciones para reducir los efectos en la salud asociados a las bajas temperaturas, así como las medidas a adoptar por las administraciones implicadas. Este Plan se tratará posteriormente en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
Este plan establece acciones para la prevención y el control, estructuradas en varios niveles de actuación según el riesgo alcanzado como consecuencia de descenso de las temperaturas. Los umbrales de referencia de impacto en la salud por temperaturas bajas se definen por provincia, y van desde los -6,7 ºC en Teruel a los 13,8 ºC en la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
Un aspecto importante del Plan Nacional es la implicación con los Servicios Sociales. En este sentido, la participación de las administraciones, tanto a nivel central como autonómico y local, de organizaciones y, sobre todo, la concienciación y el apoyo a colectivos más sensibles, resultan esenciales para evitar en mayor medida posibles daños en la población.
Otro elemento primordial es la información a la ciudadanía, a los grupos de mayor riesgo y a los profesionales sanitarios y de servicios sociales. Además de las personas mayores, los grupos de población más vulnerables a las bajas temperaturas son las personas sin hogar y las que sufren pobreza o bajo estatus económico, en especial cuando esta se manifiesta en la forma de pobreza energética, así como los inmigrantes en situación de precariedad; las personas con enfermedades crónicas susceptibles de ser agravadas en situaciones de estrés prolongado; mujeres gestantes; recién nacidos y lactantes; personas que toman medicamentos que pueden potenciar los síntomas ligados al frío; personas con movilidad reducida, desnutridas, con agotamiento físico o casos de intoxicación etílica; personas que trabajan al aire libre; o las que practican deportes al aire libre en zonas frías.
Por último, la Comisión también ha tratado la situación actual en relación con la epidemia por Covid-19 y la viruela del mono o Monkeypox. Además, entre otras cuestiones, se han abordado los avances en la Estrategia de Salud Pública y las acciones del Primer Programa de Actuación 2022-2023 del Plan de Salud y Medio Ambiente (PESMA), y se han revisado los programas de cribado neonatal y de cáncer.