Profesión

La farmacia almeriense se forma en atención a través de soporte vital básico con desfibrilador

La jornada ha bordado el conocimiento sobre la activación del sistema de emergencias, adquirir las habilidades para identificar una parada cardiorrespiratoria y aplicar técnicas de RCP básica

El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Almería continúa desarrollando su programa formativo que esta semana ha puesto el foco en la actualización y entrenamiento de los conocimientos propios del soporte vital básico, incluyendo el uso del desfibrilador semiautomático. Para ello, el alumnado ha contado con una fase online a través de una plataforma virtual y posteriormente con una fase presencial donde adquirir y entrenar las habilidades prácticas en dicho soporte vital básico.

Además, se ha hecho incidencia en conocer la activación del sistema de emergencias, adquirir las habilidades para identificar una parada cardiorrespiratoria y aplicar técnicas de RCP básica (soporte ventilatorio y masaje cardiaco), tanto en adultos, niños y en situación de atragantamiento, así como actuar ante una situación de emergencia que se pueda dar en una oficina de farmacia.

María José Ramón García, delegada comercial de Laboratorio Almirall, ha sido la encargada de ofrecer la parte teórica, mientras que varios instructores del 061 del Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar han impartido la parte práctica en la sede del Colegio y con una treintena de profesionales de la farmacia.

“La normativa es todavía un poco laxa. Los profesionales de la salud están obligados a tener el conocimiento para usarlo pero no es obligatoria la presencia del desfibrilador, su coste es muy elevado y solo lo es en determinados edificios públicos”, explica María José Ramón, que considera que “todos los ciudadanos de a pie deberíamos tener esta formación, porque una situación así se puede presentar en cualquier momento de nuestro día a día”.

Aunque se está avanzando en la materia es necesario un mayor impulso. “Se están impartiendo muchos de estos conocimientos en los institutos y debería haber uno en cada instituto, en cada farmacia y en cada centro oficial y que todos fuésemos capaces de atender a un compañero al que le ocurra una situación así”.

María José Ramón concluye, en este sentido, recordando que “la farmacia es fundamental porque es posible que un ciudadano entre una farmacia precisamente porque se encuentra mal y no sabe qué le está pasando y necesita en ese momento una atención. Si es una parada cardiorrespiratoria eso nos ayudaría a detectarlo, llamar al 112 y que esa persona esté estabilizada hasta que llegue el servicio de emergencias y no sea tarde”.

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