Más de 150 expertos se han reunido en el III Foro del Dolor organizado por Teva para debatir sobre los avances, retos y tratamientos 25 años de experiencia en Dolor Irruptivo Oncológico (DIO). Este encuentro dirigido a especialistas de Oncología Médica, Oncología Radioterápica, Cuidados Paliativos y Unidades de Dolor, pretendía proporcionar una visión global, práctica y actualizada sobre los aspectos más relevantes en el manejo del DIO.
Andrew Davies, especialista del Royal Surrey County Hospital en Reino Unido, ha querido participar también en esta tercera edición del foro. Algunos de los aspectos más tratados en este encuentro, han sido factores relacionados con la sintomatología, el tratamiento farmacológico, la atención al sufrimiento y la atención compartida. Los asistentes han querido tratar todos los aspectos que se han desarrollado en estos 25 años de tratamiento para buscar un mayor beneficio del paciente y de sus familiares, quienes también han podido participar en el foro con preguntas y comentarios.
La prevalencia del DIO actualmente cifrada en un 59,2% ha sido uno de los aspectos a destacar por Andrew Davies quién no dudaba en asegurar que “nunca hay dos pacientes iguales y es sumamente importante individualizar el tratamiento”. Davies también ha querido recordar la importancia de utilizar algoritmos que faciliten una mejor identificación del DIO para su detección.
“La calidad de vida del paciente se ve afectada en múltiples áreas”, ha señalado Albert Tuca, del Hospital Clínico de Barcelona, añadiendo que “Las actividades del día a día, la capacidad de caminar, el descanso, la relación interpersonal, el estado de ánimo y la capacidad de disfrutar de la vida, son algunos de las funciones que se ven afectadas. Por ello es fundamental que busquemos entre todos el difícil equilibrio entre calidad de vida y sufrimiento para el paciente”.
La multidisciplinaridad del abordaje, ha sido precisamente en lo que ha querido incidir también Javier de Castro, especialista del Hospital Universitario La Paz, reflejando la importancia de la comunicación entre especialidades e ilustrándolo mediante un caso clínico durante su ponencia.
“La familia del paciente también se ve afectada por el DIO y se debe abordar con el adiestramiento familiar. No podemos olvidar que la familia es el apoyo del paciente en sus momentos más difíciles y hay que implicarla en el tratamiento del dolor”, señalaba otro de los expertos asistentes, César Margarit del Hospital General Universitario de Alicante.
Margarit también quiso recordar que aproximadamente solo el 33% de los pacientes de DIO toman el tratamiento prescrito durante sus episodios y que en este caso la información es fundamental para mejorar la vida del paciente.
“El 75% de los pacientes refiere las crisis de DIO como lo más desesperante en el dolor oncológico y la mejoría de su calidad de vida se basa en la formación e implicación del paciente en el automanejo del DIO”, resaltó Rafael Gálvez, del Hospital Virgen de las Nieves, presentando los resultados de una encuesta realizada en calidad de vida de los pacientes con DIO.