Un total de 26 farmacias ya poseen aparatos de desfibrilación para prevenir los accidentes cardiovasculares. Se trata de aparatos portátiles de uso público y se puede usar en caso de que sea un paro cardíaco sobrevenido.
Con la incorporación de estos aparatos a las farmacias, que es la primera fase del proyecto "Badalona, ciudad cardioprotegida", que ésta sea una de las primeras ciudades catalanas dotadas de dispositivos cardíacos de última generación para prevenir la muerte súbita.
En Cataluña, la muerte por paro cardíaco se llevó 3.500 vidas en 2015. La primera hora desde la aparición de los síntomas viene precedida por la pérdida brusca de conciencia. Se disponen de 10 minutos para actuar e intentar salvar la vida de la persona. De aquí la importancia de que los desfibriladores se encuentren tan accesibles como sea posible.
Es un programa está impulsado por la Associació Barcelona Salut (ABS), Ajuntament de Badalona y Grupo Menarini, como parte de su programa de RSC. Además, cuenta con la colaboración de Fundació Brugada, Associació de Farmàcies de Barcelona (AFB), Generalitat de Catalunya, SEM y Col·legi de Farmacèutics de Barcelona.