Los problemas de suministro de medicamentos se incrementan año a año, si bien en 2023 bajó por primera vez en varios ejercicios los casos de impacto sobre los pacientes. Para hacer frente a estos problemas es necesaria una actuación en múltiples esferas ya que se trata de un problema multifactorial.
Esta situación fue analizada a lo largo de la mesa actualidad ‘Faltas de suministro: soluciones en la farmacia a un desafío creciente’, celebrada este martes en Infarma, el Congreso Europeo de Farmacia y Salón de Medicamentos y Parafarmacia organizado por los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Madrid (COFM) y Barcelona (COFB). Moderado por Luis Panadero, tesorero del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), el debate contó con la participación de Emili Esteve, director técnico de Farmaindustria, y Esther Cobo, jefa de Área de Control de Medicamentos del Departamento de Inspección y Control de Medicamentos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).
“Nos encontramos ante un problema que crece y afecta diariamente a las farmacias. Debatir y consensuar medidas que permitan abordarlo redundará, sobre todo, en la continuidad asistencial y en la salud de nuestros pacientes”, expuso Panadero. Además, el tesorero del COFM expuso que se trata de un tipo de incidencias “que generan desconfianza del paciente hacia los profesionales sanitarios”. Para dar solución a estas cuestiones, Panadero expuso que las farmacias destinan “una media semanal de casi 10 horas en subsanar situaciones derivadas de las faltas”.
A lo largo de su intervención, Emili Esteve planteó tres ámbitos que impactan sobre los problemas de suministro y aportó soluciones para cada uno de ellos. El director Técnico de Farmaindustria explicó que los problemas de abastecimiento suelen corresponder a los ámbitos estructurales, de regulación o económicos.
Con respecto de los estructurales, causados por la afectación de alguno de los eslabones de la cadena del medicamento, Esteve se mostró convencido de que “existen y existirán” ya que no es posible tener previstas cuestiones geoestratégicas, desastres naturales o accidentes que afectan a las rutas logísticas mundiales. Igualmente, tampoco es posible duplicar los proveedores por si algunos fallan.
Acerca de las cuestiones de regulación del medicamento, el director de Farmaindustria planteó que están vinculadas a la necesidad de obtener autorizaciones diversas para cada fase de fabricación de un medicamento o su modificación, lo que resta agilidad a la toma de medidas.
El tercer elemento es el económico. A este respecto, Esteve puso en acento en la situación que se vive en nuestro país con el Sistema de Precios de Referencia. Planteó que, aunque hay un umbral mínimo, fijado en 1,6 euros, hay mucho medicamentos que se encuentran por debajo ya que los automatismos del sistema obligan a fijar precios que llegan a ser inasumibles por la industria.
Las soluciones, según Esteve, deben venir de planes de prevención de la escasez, que ya están en marcha, pero no pueden prever todos los factores. A este respecto, también planteó que la utilización de tecnología como el Sistema Español de Verificación de Medicamentos (Sevem), podría informar del stock existente en el canal farmacéutico para iniciar la producción de lotes en el momento oportuno. En relación con el SPR, consideró necesario establecer mecanismos para que la administración pueda “congelar el precio” de los medicamentos que el sistema quiera proteger.
Visión de la Aemps
Por su parte, Esther Cobo realizó una revisión de la situación actual de los problemas de suministro en nuestro país, 897 casos activos, y expuso que por primera vez desde 2020, se ha observado una reducción. Más allá, analizó algunos de los mecanismos de los que dispone la Aemps para tratar de mitigar sus efectos.
La representante de la agencia explicó que solo el 0,35% de los casos de falta de suministro ha llegado a afectar a algún paciente y mostró las pantallas de información que la Aemps dispone en el Centro de Información de Medicamentos (CIMA) que ofrece estimaciones acerca de la fecha en la que se espera que el problema remita.
Igualmente, Cobo explicó que los problemas afectan de manera preferente al ámbito hospitalario y que se está actuando a nivel europeo para solventarlos. Por ejemplo, con la nueva normativa farmacéutica europea. Más allá se trabaja en etiquetados multilingües para reducir costes y facilitar las tareas de importación-exportación de medicamentos, así como en medicamentos de uso hospitalario sin prospecto.
Cobo también hizo hincapié en que “es necesario comunicar adecuadamente los problemas de suministro tanto a ciudadanía como a profesionales, explicándolos y dando contexto”. Y apuntó: “Solo así podemos evitar generar alarma y otras prácticas contraproducentes, como el acopio”.
Panadero también apuntó algunas soluciones a los problemas de suministro que se podrían aplicar desde la farmacia comunitaria. Planteó la necesidad de una comunicación directa entre prescriptor y dispensador “rápida y sin intermediarios” para facilitar un cambio de prescripción sin obligar al paciente a regresar a la consulta médica.
Además, planteó que la farmacia puede hacer mucho más, por ejemplo, con la sustitución de formas farmacéutica en las que no haya diferencia de farmacocinética ni de precio. “Esto está ya contemplado en el concierto de Madrid desde 2015”, explicó el tesorero del COFM, que, no obstante, reclamó ampliar la capacidad de sustitución.