Un estudio encontró que los niños de casas donde los platos se lavaban a mano tenían menos enfermedades alérgicas
LUNES, 23 de febrero de 2015 (HealthDay News) -- Lavar los platos a mano en lugar de usar un lavaplatos podría reducir el riesgo de los niños de contraer afecciones alérgicas, como el asma o el eczema, según un estudio reciente.
Estos hallazgos son los más recientes en respaldar la "hipótesis de la higiene". Esa teoría sugiere que la exposición temprana a muchos microbios distintos podría mantener un funcionamiento adecuado en el sistema inmunitario. Si el sistema inmunitario funciona bien, la teoría es que no atacará por error a sustancias inocuas, como sucede en las alergias.
"Solo hemos evaluado una asociación entre los métodos de lavado de platos y el riesgo de alergia, pero los hallazgos encajan bien con la hipótesis de la higiene. Y hay estudios que muestran que lavar los platos a mano con frecuencia es menos efectivo que usar el lavaplatos para reducir el contenido bacteriano", apuntó el autor líder, el Dr. Bill Hesselmar, profesor asociado de alergias del Hospital Pediátrico Reina Silvia de Gotemburgo, en Suecia.
"Por lo tanto, especulamos que lavar los platos a mano se asocia con una mayor exposición a microbios, provocando una estimulación inmunitaria y así, menos alergias", planteó.
Pero anotó que debido al diseño del estudio no pudieron probar de forma definitiva una relación causal entre lavar los platos a mano y el desarrollo de menos enfermedades alérgicas.
Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 23 de febrero de la revista Pediatrics.
Hesselmar y sus colaboradores preguntaron a poco más de mil niños suecos sobre sus antecedentes de asma, eczema y alergias estacionales. Los niños tenían 7 u 8 años de edad. Los investigadores también preguntaron a las familias cómo limpiaban los platos. También les preguntaron con qué frecuencia comían alimentos fermentados y alimentos directamente de una granja.
Cuando calcularon el efecto que esos factores podrían tener sobre el riesgo de alergias de un niño, los investigadores realizaron ajustes por varias cosas más que se cree que reducen el riesgo de enfermedades alérgicas, como haber sido amamantados o tener mascotas.
Alrededor del 12 por ciento de las familias lavaban los platos a mano. Los científicos hallaron que los niños de esas familias tenían más o menos la mitad del riesgo de contraer afecciones alérgicas, en comparación con los niños de familias que usaban lavaplatos.
Por ejemplo, entre los niños en los hogares donde se lavaban los platos a mano, el 23 por ciento tenían eczema y el 1.7 por ciento tenían asma. Esto es en comparación con el 38 por ciento con eczema y el 7.3 por ciento con asma en los hogares que usaban lavaplatos. Una proporción más baja de los niños en los hogares donde se lavaban los platos a mano también tenían alergias estacionales, pero la diferencia no alcanzó la significación estadística, según el estudio.
Los niños también tendían a ser menos propensos a sufrir de una enfermedad alérgica de cualquier tipo si comían alimentos o verduras fermentados, como chucrut o pepinos fermentados, al menos una vez al mes, o alimentos de una granja local, hallaron los investigadores.
"Los resultados de este estudio no son sorprendentes, dado que muchos estudios han mostrado que las exposiciones al microbioma podrían reducir el riesgo de enfermedades [alérgicas] en ciertas poblaciones", apuntó la Dra. Selina Gierer, alergóloga pediátrica del Hospital de la Universidad de Kansas, en Kansas City. "Esto es un ejemplo de momentos en que los esfuerzos adicionales por desinfectar nuestro ambiente, al lavar los platos con lavaplatos en lugar de lavarlos a mano, podrían reducir la exposición natural a los microbios".
Gierer apuntó que lavar los platos a mano con jabón que no sea antibacteriano a unas temperaturas más bajas podría significar una mayor exposición a las bacterias que con los platos lavados en máquinas desinfectantes a altas temperaturas.
"Si uno se expone más a los microbios en los platos lavados a mano, entonces quizá tenga un riesgo más bajo de alergias", señaló.
Pero ese vínculo es solo una pieza posible de un rompecabezas mucho más grande, sugirió Gierer.
"Esto respalda un aspecto de la hipótesis de la higiene, pero quizá haya muchos factores ambientales y genéticos que desempeñan un rol en si un paciente contrae un trastorno atópico [alérgico] o no", planteó Gierer.
"El mensaje principal es que siempre debemos considerar los beneficios de salud de reducir la exposición microbiana ambiental para reducir las infecciones cuando se evalúe el beneficio de reducir las alergias", comentó.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Bill Hesselmar, M.D., Ph.D., associate professor of allergy, Queen Silvia Children's Hospital, Gothenburg, Sweden; Selina Gierer, D.O., pediatric allergist, The University of Kansas Hospital, Kansas City; Feb. 23, 2015, Pediatrics, online