Por razones que no están claras, ciertos órganos funcionaron incluso mejor 6 meses después del trasplante
JUEVES, 12 de marzo de 2015 (HealthDay News) -- Las personas en lista de espera para un riñón de un donante podrían recibir una buena noticia: un nuevo estudio sugiere que algunos riñones lesionados podrían aún ser aptos para el trasplante.
"La lista de espera ha aumentado hasta más de 100,000 pacientes, ya que cada año entran en la lista de espera miles de personas más que las que realmente reciben un trasplante", dijo el autor principal del estudio, el Dr. Chirag Parikh, director del Programa de Investigación Traslacional Aplicada de la Universidad de Yale en New Haven, Connecticut, en un comunicado de prensa de la universidad.
"Además, el tiempo medio que se requiere para que un adulto reciba un trasplante en Estados Unidos aumentó de 2.7 a 4.2 años entre 1998 y 2008, y más de 5,000 personas fallecen cada año mientras esperan un riñón", comentó.
Pero el equipo de Yale indicó que los riñones que al recibirse están lesionados a menudo se descartan, por el miedo a los posibles problemas, como la función retrasada y la insuficiencia prematura tras el trasplante.
Pero, ¿todos esos órganos son necesariamente inservibles? Para averiguarlo, el equipo de Parikh dio seguimiento a los riñones de más de 1,600 donantes fallecidos, y, tal y como se esperaba, halló una asociación entre la lesión renal aguda y que los riñones se descartaran.
También hallaron un vínculo entre los riñones con lesiones y una afección llamada "función retrasada del injerto" (FRI), que indica que el paciente requiere de diálisis de forma continua en la primera semana tras el trasplante.
Pero algunos de los problemas posquirúrgicos podrían desaparecer. Los investigadores dijeron que los pacientes que recibieron riñones lesionados no tenían un riesgo más alto de presentar una mala función renal seis meses después del trasplante.
"Lo que vimos fue que, con el agravamiento de la lesión renal aguda del donante, el resultado tras seis meses fue en realidad mejor para los destinatarios que experimentaron una FRI", comentó el primer autor, el Dr. Isaac Hall, investigador del Programa de Investigación Traslacional Aplicada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, en el comunicado de prensa.
De hecho, la función renal seis meses después del trasplante fue peor para los pacientes con una FRI que recibieron un riñón sin una lesión aparente, en comparación con los que recibieron un riñón con alguna lesión.
Una posible razón para el hallazgo es que mientras todavía se encontraban en los donantes, los riñones lesionados podrían haber desarrollado un mecanismo para protegerse de los efectos de más lesiones, sugirió Hall.
Todo esto significa que podría darse la posibilidad de "intentar realizar más trasplantes usando riñones [con lesiones agudas], en lugar de deshacerse de ellos", comentó Parikh.
"Incluso en el caso de que solamente signifique unas pocas docenas más de trasplantes de riñón cada año, se trata de pacientes que saldrían de la lista de espera antes y que tendrían un nivel de supervivencia mucho mejor que si siguen con la diálisis con la esperanza de que aparezcan riñones que aparentemente son de mejor calidad, lo que quizá nunca ocurra a tiempo", concluyó Parikh.
El estudio aparece en la edición del 11 de marzo de la revista American Journal of Transplantation.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare