MARTES, 21 de julio de 2015 (HealthDay News) -- Se podrían salvar muchas vidas si más personas realizaran la reanimación cardiopulmonar (RCP) de inmediato tras ver que alguien entra en paro cardiaco, plantea un estudio reciente.
Para llegar a esa conclusión, los investigadores observaron los resultados de un programa de cuatro años en Carolina del Norte que fomentaba la RCP por parte de los transeúntes.
"En ese periodo, la supervivencia con una buena función cerebral aumentó del 7 al 10 por ciento entre los que recibieron la RCP por parte de los transeúntes", dijo la investigadora líder, la Dra. Carolina Malta Hansen, del Instituto de Investigación Clínica de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte.
Además, los pacientes que recibieron la RCP o la desfibrilación por parte de los transeúntes, o la desfibrilación de los primeros respondientes (como la policía o los bomberos) tenían más probabilidades de sobrevivir, afirmó.
"La intervención temprana, ya sea de los transeúntes o de los primeros respondientes, se asocia con una mayor supervivencia en comparación con los SEM [servicios de emergencias médicas]", dijo Hansen.
Hansen apuntó que muchas personas se muestran renuentes a administrar la RCP; algunas temen las consecuencias legales. Pero en los estados que cuentan con leyes de "buen samaritano", las personas están protegidas de las demandas, señaló.
Pero tener miedo a hacer algo malo o provocar daños es la principal preocupación que hay que superar, dijo Hansen.
Ese temor no debe prevenir que alguien administre la RCP, dijo. "No importa lo que haga, la persona con paro cardiaco está muerta. Lo único que usted puede hacer es aumentar sus probabilidades de supervivencia", enfatizó Hansen.
El informe aparece el 21 de julio en la revista Journal of the American Medical Association.
El paro cardiaco repentino ocurre cuando el sistema eléctrico del corazón funciona mal. Esto hace que el corazón lata de forma errática, o deje de latir. Como resultado, la sangre no se bombea por el cuerpo.
El Dr. Gregg Fonarow, vocero de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) y profesor de cardiología de la Universidad de California en Los Ángeles, dijo que "se estima que de 200,000 a 400,000 individuos sufren un paro cardiaco fuera del hospital cada año en Estados Unidos, con unas tasas de supervivencia de apenas un 6 por ciento".
En este estudio, a pesar de los intensos esfuerzos para lograr que los transeúntes administren la RCP y utilicen desfibriladores automáticos, pocos pacientes sobrevivieron, anotó.
"Se necesitan con urgencia que se hagan esfuerzos coordinados y de colaboración más avanzados para mejorar la reanimación y los resultados de los pacientes de paro cardiaco", enfatizó Fonarow.
Para el estudio, Hansen y sus colaboradores analizaron casi 5,000 casos de paro cardiaco fuera del hospital en 11 condados de Carolina del Norte de 2012 a 2013. En esos años, Carolina del Norte tenía una campaña para fomentar la realización de compresiones de pecho sin reanimación boca a boca o el uso de desfibriladores externos automáticos por parte de los transeúntes mientras se esperaba a la ambulancia.
La campaña también promovía el uso de desfibriladores portátiles, que se están haciendo disponibles en más lugares públicos, y que pueden ser usados por los legos para administrar un choque al corazón que lo devuelva a su ritmo normal.
La campaña aumentó la supervivencia con una buena función cerebral en un 37 por ciento, dijeron los investigadores.
El programa incluyó entrenamiento con los desfibriladores y la RCP solo con compresiones (o "solo con las manos") en escuelas, hospitales y eventos públicos, como la Feria Estatal de Carolina del Norte.
Durante los años cubiertos por el estudio, poco más del 86 por ciento de los pacientes recibieron la RCP antes de la llegada de los SME. Los transeúntes la iniciaron más del 45 por ciento de las veces, y los primeros respondientes más del 40 por ciento de las veces.
Durante el periodo del estudio, la proporción de pacientes que recibieron la RCP de parte de los transeúntes aumentó de alrededor de un 39 por ciento en 2010 a poco más del 49 por ciento en 2013.
Además, la proporción de pacientes que recibieron la RCP de los transeúntes y que recibieron la desfibrilación de los primeros respondientes aumentó del 14 por ciento en 2010 al 23 por ciento en 2013.
De los más de 1,600 pacientes que recibieron la desfibrilación, casi el 54 por ciento la recibieron antes de la llegada de la ambulancia. De éstos, casi el 7 por ciento recibieron la desfibrilación de los transeúntes, y un 47 por ciento de los primeros respondientes. La desfibrilación por parte de los primeros respondientes aumentó de casi un 41 por ciento en 2010 a un 52 por ciento en 2013, encontraron los investigadores.
"El paro cardiaco es una afección tratable", aseguró el Dr. Graham Nichol, profesor de medicina del Centro Harborview de Atención Prehospitalaria de Emergencia de la Universidad de Washington, en Seattle, y coautor de un editorial publicado junto al estudio en la revista.
"Los transeúntes pueden salvar una vida al realizar la RCP o usar un desfibrilador automático antes de que lleguen los proveedores de SME", señaló.
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
FUENTES: Carolina Malta Hansen, M.D., Duke Clinical Research Institute, Durham, N.C.; Gregg Fonarow, M.D., spokesman, American Heart Association, and professor, cardiology, University of California, Los Angeles; Graham Nichol, M.D., M.P.H., professor, medicine, Harborview Center for Prehospital Emergency Care, University of Washington, Seattle; July 21, 2015, Journal of the American Medical Association