JUEVES, 24 de septiembre de 2015 (HealthDay News) -- Los adultos mayores con déficits de audición podrían tener una esperanza de vida más baja que sus pares sin problemas auditivos, sugiere un estudio reciente.
De casi 1,700 adultos a partir de los 70 años de edad, los que tenían pérdida auditiva presentaban entre un 21 y un 39 por ciento más de probabilidades de morir durante los próximos años, hallaron los investigadores.
Los expertos enfatizaron que los hallazgos, que aparecen en la edición en línea del 24 de septiembre de la revista JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery, no prueban que los déficits de audición en sí acorten las vidas de las personas.
"Se trata de una observación interesante, pero también hay que tomársela con un granito de sal", dijo la Dra. Ana Kim, directora de investigación en otología del Hospital del Ojo y el Oído de Nueva York de Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York, que no participó en la investigación.
"La mortalidad tiene muchas variables", comentó. "Sería demasiado simplista decir que se debe a los problemas de audición".
El investigador líder, Kevin Contrera, de la Universidad de Johns Hopkins en Baltimore, se mostró de acuerdo en que los hallazgos no prueban que la pérdida auditiva sea la culpable.
Pero dijo que los resultados del estudio dirigen la atención al hecho de que la pérdida auditiva simplemente no es una parte normal del envejecimiento.
"La gente tiende a pensar que todo el mundo pierde audición cuando envejece", dijo Contrera. "Pero perder el oído tiene efectos importantes en su vida".
Alrededor de una tercera parte de los adultos de 65 a 74 años de edad de EE. UU. presentan una pérdida auditiva al menos leve, según los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. Lo mismo sucede con casi la mitad de las personas a partir de los 75 años.
Para el nuevo estudio, Contrera y sus colaboradores revisaron datos de una encuesta de salud continua del gobierno. Los investigadores se concentraron en casi 1,700 adultos a partir de los 70 años de edad que se habían sometido a pruebas auditivas.
En total, 589 de los participantes del estudio tenían una pérdida auditiva leve, mientras que 550 presentaban problemas de oído entre moderados y graves. Los demás, un total de 527, tenían un oído normal.
Los adultos mayores con pérdida auditiva tendían a presentar también otros problemas, como unas tasas más altas de tabaquismo, enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular. Pero incluso cuando los investigadores tomaron ese hecho en cuenta, las personas con pérdida auditiva tenían un riesgo más alto de morir en los próximos seis años.
Contrera apuntó que otras investigaciones han vinculado la pérdida auditiva con una peor salud física y un declive más rápido en la memoria y las habilidades de pensamiento. Es plausible que la pérdida auditiva pudiera haber contribuido de forma directa a las tasas más altas de mortalidad observadas en este estudio.
Pero, apuntó Kim, el estudio no tomó en cuenta todos los factores que afectan a la longevidad de la gente. Y aunque la pérdida auditiva se ha vinculado con otros problemas de salud, no está claro que los problemas con el oído sean la causa, señaló.
Kim dijo que, idealmente, los estudios observarían los efectos de tratar la pérdida auditiva. Por ejemplo, ¿los pacientes que reciben audífonos viven unas vidas más largas y sanas?
Contrera se mostró de acuerdo. "La gran pregunta es si los audífonos y otras terapias tienen un impacto", planteó.
Independientemente de si la pérdida auditiva afecta al final a la longevidad, sí afecta la calidad de vida, dijeron tanto Kim como Contrera.
Los adultos mayores con problemas auditivos podrían evitar salir y socializar, en esencia "divorciándose de la vida", observó Contrera.
"Si cree que tiene un problema de oído, no dude en evaluarse", aconsejó Kim. "Se trata de un tema de la calidad de la vida".
Contrera comentó que se calcula que en estos momentos apenas una quinta parte de las personas con una pérdida auditiva "clínicamente significativa" usan audífonos.
Un problema es la falta de concienciación, dijo. "Con frecuencia, las personas simplemente no reconocen los efectos que la pérdida auditiva puede tener sobre sus vidas".
Pero también hay barreras prácticas. Los audífonos son imperfectos, dijo Contrera, y, por ejemplo, para las personas puede resultar difícil escuchar cuando hay mucho ruido de fondo.
"Sin duda debemos mejorar la efectividad de los audífonos", dijo Contrera.
Y también está el costo. Los audífonos son caros (unos 4,000 dólares o más), dijo Contrera, y no están cubiertos por el seguro ni por Medicare.
"Un audífono puede terminar siendo la tercera compra más cara de su vida, tras su vivienda y su coche", comentó Contrera.
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
FUENTES: Kevin Contrera, M.P.H., M.D. candidate, Johns Hopkins University School of Medicine, Baltimore; Ana Kim, M.D., director, otology research, New York Eye and Ear Infirmary of Mount Sinai, New York City; Sept. 24, 2015, JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery, online