Los farmacéuticos del estado de Queensland (Australia) tienen la capacidad de administrar las vacunas contra la gripe dentro de un proyecto piloto que también se ha extendido a la tosferina y el sarampión. Se trata de una medida de prevención que, aunque ha sido criticada por algunos grupos de médicos, el hecho es que miles de australianos han sido inmunizados contra la gripe gracias a esta medida con dos años de vigencia, tal y como recoge el COF de Madrid en su último boletín Farmadrid.
Este fuerte impulso que ha tenido dicho programa de vacunación en las oficinas de farmacia de Australia ha llegado en el momento en que la Autoridad de Salud Nacional, en su informe Healthy Communities: potentially preventable hospitalisations in 2013-2014 publicado a mediados de diciembre, ha asegurado que más de 30.000 personas que han sido ingresadas podían no haberlo hecho si se les hubiera aplicado alguna medida preventiva. Además, el informe asegura que la mayoría de esos ingresos fueron por: tosferina, varicela y diarrea infantil.
Cada vez son más lo estados australianos que quieren adherirse a este plan desde que en 2014, el Gobierno de Queensland introdujera el proyecto piloto de Inmunización de Farmacéuticos. Además, esta iniciativa ya contaba con el apoyo del Gobierno de Australia que en diciembre de 2013 recomendaba que "la vacunación se encuentra dentro del ámbito actual de actuación de un farmacéutico".
Datos concretos
Algunos datos del primer ensayo de Queensland revelan que el 15% de los vacunados en farmacia nunca se habían vacunado contra la gripe y además, el 95% de los pacientes lo hubieran repetido la operación.