Sanofi y Merck han anunciado que en 2016 se pondrá fin a la joint venture que ambas compañías habían llevado a cabo en 19 países de Europa en materia de vacunas desde el año 1994. De este modo, la compañía especializada en inmunización, Sanofi Pasteur MSD será desmantelada a finales de año.
Tras la disolución de compañía, propiedad al 50% de cada uno de los socios, sus operaciones de vacunas en Europa se integrarán en sus respectivos negocios de forma independiente. De este modo, dado que Sanofi Pasteur MSD solo era un comercializador, las diferentes vacunas desarrolladas bien por Merck o bien por Sanofi retornarán a sus compañías. Así, Gardasil, Rotateq, Varivax o Zostavax quedarán en manos de Merck, mientras que las principales vacunas de calendario, así como las de gripe, quedarán en manos de Sanofi.
La noticia ha sido anunciada por ambos socios que han asegurado estar “orgullosos del éxito de la historia de 20 años de Sanofi Pasteur MSD”. Además, explican que tras “considerar cuidadosamente las prioridades estratégicas individuales, junto con el entorno económico y reglamentarias para las operaciones de vacunas en la Unión Europea”, han considerado que era mejor continuar sus operaciones por separado. En este sentido, consideran que serán capaces de poner más rápidamente las vacunas en el mercado, lo que supone un elemento de valor.
Con este comunicado se confirma la noticia que adelantó Blomberg hace poco más de un mes, en la que anunciaba la decisión ahora tomada. Una de las razones que explicaba el portal era la reducción de ingresos procedentes de la compañía, además de la reestructuración que se está produciendo en Sanofi.
Aunque la compañía ha asegurado que tratarán de gestionar adecuadamente los impactos de los empleados, no cabe duda de que la operación tendrá un efecto relevante en muchos de ellos, que tendrán que ir a una u otra compañía en función de su especialización. Y no todos, como sucede en estas operaciones empresariales.