Las comunidades autónomas ya están haciendo sus deberes para posibilitar que la vacunación de niños de doce meses a partir del 1 de enero, tal y como aprobó el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Algunas de ellas han convocado ya sus concursos para abastecerse de las dosis necesarias, aunque mientras se resuelven pueden utilizar los productos que tenían adquiridos para la indicación de 12 años.
Lo que no va tan rápido es la vuelta de las vacunas a la farmacia comunitaria. Según ha podido saber Diariofarma, el regreso de Varivax, de Sanofi Pasteur MSD y Varilrix, de GSK, requiere de una serie de pasos administrativos que aún no se han iniciado. Por un lado estaría la actualización de sus precios de venta al público y, por otro, al cambio de estatus administrativo desde Uso Hospitalario a Receta Médica.
En lo que se refiere a los precios de las dos presentaciones, la realidad es que en la actualidad son muy diferentes y parecen ser más elevados de lo que la administración está dispuesta a pagar. Varivax tiene autorizado un PVL de 46 euros por dosis (71,81 euros a PVP), según Bot Plus. Por su parte, Varilrix tiene un PVL de 29,07 euros (45,38 euros a PVP). Cabe señalar que el Acuerdo Marco convocado por Canarias para la vacunación en calendario muestra la cuantía en la que se podría mover esta prestación: 20 euros por dosis. Una cuantía sensiblemente inferior a los 27,5 euros establecidos en el acuerdo marco vigente para la adquisición de vacunas para los adolescentes.
Parece claro que a los laboratorios no les interesa que el PVL del medicamento se iguale a ese precio al que estarían dispuestos a suministrar al SNS. El riesgo a las exportaciones paralelas y la influencia, por referencia de precios internacionales, sobre la situación de las vacunas en otros países, hacen poco probable que las compañías acepten esa bajada. Por otro lado, la Farmacia no parece dispuesta a admitir la existencia de dobles precios mientras que no se solucione, sin que dé lugar a perjuicios para las farmacias comunitarias, la cuestión de los flujos de compensación. La solución a esto no llegará hasta que no haya identificación unitaria de envases, es decir, en 2018. Por todo ello, la única vía a corto plazo sería igualar ambos precios al nivel del más bajo (el de Varilrix), aunque para su venta al Sistema Nacional de Salud, a través de concursos, para el calendario de vacunación sea conserve un precio inferior.
Para que eso sea posible, habría que modificar el precio a Varivax. Decisión que tendría que tomarse en la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos (CIPM) y que podría verse dificultada por la proximidad de las elecciones generales del 20 de diciembre. Si el precio no se cambia en la próxima CIPM (que de no anularse, está prevista para los primeros días de diciembre), habría que esperar a bien entrado 2016. Cabe recordar que en 2012 la primera CIPM tuvo lugar en abril, cuatro meses después de la toma de posesión del nuevo Gobierno.
En lo que se refiere al cambio de estatus de las vacunas desde Uso Hospitalario a prescripción médica, aquí se encuentran con las dudas que tiene la Agencia Española de Medicamentos (Aemps). El departamento dirigido por Belén Crespo mantiene su posición de los últimos años y no cree conveniente dar ese paso hasta que la cobertura de la cohorte de 2016 haya superado un 80%. Esta situación se daría muy avanzado el año que viene.
Por todo ello, parece confirmarse que el regreso de la vacuna a las farmacias no es una prioridad para el ámbito político. No obstante, eso podría cambiar en las próximas semanas a causa de los movimientos en la cúpula del Ministerio de Sanidad. El actual director general de Salud Pública, Javier Castrodeza, ha sido designado secretario general de Sanidad en sustitución de Rubén Moreno, y podría impulsar todas las modificaciones necesarias dado su amplio conocimiento de todo lo relativo a estas vacunas.