Europa ha fijado su autonomía señalando a la biotecnología como una tecnología estratégica. El año 2024, Europa presentó una gran actividad legislativa, nuevas estrategias de ciencias de la vida, bioeconomía y empresas emergentes. Y nuevas normativas como el paquete legislativo farmacéutico, la ley de medicamentos críticos, los reglamentos de nuevas técnicas genómicas, el espacio europeo de datos sanitarios y la nueva ley de biotecnología.
En España también fue un año intenso en nuevas iniciativas estratégicas y legislativas: se publicó la estrategia de la industria farmacéutica y se avanzó en el proceso de elaboración de los reales decretos de evaluación de tecnologías sanitarias y de financiación y fijación de precios de medicamentos. Además, contaremos con la nueva ley de medicamentos y productos sanitarios y la ley de industria y autonomía estratégica. Toda esta regulación tendrá un impacto en la industria biotecnológica y definirá el terreno de juego para el sector durante la próxima generación.
Con este nuevo entorno regulatorio, el informe Asebio 2024, presentado la semana pasada, expone que las empresas biotecnológicas continuaron creciendo hasta generar más de 13.000 millones de renta, el 1,1% del PIB. La industria biotecnológica aporta 5.229 millones al estado de bienestar, un 0,4% del PIB. Además, generan más de 131.000 empleos, un 0,67% del empleo total de nuestro país.
En este sentido, Ion Arocena, director general de Asebio, comentó en dicho informe que estos indicadores no sólo reflejan el impacto tangible de la biotecnología en la economía del bienestar y la creación de empleo de calidad, también confirman que la biotecnología es una industria clave para el futuro de Europa, un pilar fundamental para garantizar su autonomía estratégica, promover la salud de las personas y proteger el medio ambiente.
“Desde Asebio impulsamos nuestro trabajo conjunto con el CDTI, con el objetivo de trasladar las prioridades europeas a España y reforzar su papel como agente clave para el impulso del sector biotecnológico”, dijo.
Arocena también explicó que en el año 2024 el Informe Draghi hizo un llamamiento a reforzar la competitividad de Europa a través del impulso a la I+D, identificó el sector farmacéutico como uno de los 10 sectores clave para Europa y marcó como objetivo general mantener y ampliar la capacidad de la Unión Europea para el desarrollo de la I+D, con especial atención en los productos biológicos, los productos huérfanos y los medicamentos de terapias avanzadas.
Desde Asebio aseguraron que comparten la misma visión que el informe Draghi, en el que se alertó de que la inversión pública en I+D en la UE es menor y se encuentra fragmentada, comparando con países como Estados Unidos y la creciente presencia de China, asegurando que contamos con un marco regulatorio de medicamentos lento, unido a una compleja aparición de un Espacio Europeo de Datos Sanitarios.
En julio de 2024 la Comisión Europea incluyó el compromiso de promulgar la nueva ley europea de Biotecnología o Biotech Act en su programa del mandato 2024-2029. Este futuro reglamento tiene como objetivo general aumentar el tamaño y la competitividad del sector biotecnológico en la UE, manteniendo altos estándares de seguridad.
Rocío Arroyo, presidenta de Asebio, explicó en el informe que “esta es una oportunidad diferencial para que la biotecnología contribuya de forma estructural a los principales retos del proyecto europeo”.
Por eso argumentó que España parte de una posición favorable para convertir la biotecnología en uno de los vectores de su liderazgo en innovación y soberanía industrial. “Para acelerar nuestro crecimiento es necesario reforzar los mecanismos que conectan el talento científico con la industria, consolidar instrumentos financieros adaptados a las necesidades de nuestras empresas y seguir trabajando en marcos regulatorios que acompañen al ritmo de la innovación. Asebio conecta con los distintos agentes del ecosistema y facilita un mejor entendimiento entre la academia, industria y administración. La convergencia entre la estrategia europea y las capacidades nacionales representa una oportunidad única que debemos aprovechar.”
Tejido Empresarial
El Informe Asebio es la publicación de referencia del sector biotecnológico, elaborado por la Asociación Española de Bioempresas. La misión del informe es analizar todos los ámbitos que componen el escenario actual en el que se desarrolla la biotecnología en nuestro país y su evolución.
Por ello, el Informe Asebio 2024 especifica que las biotech crecieron un 4,1% y representan ya más de 1.000 compañías, concretamente 1.014. Las empresas con dedicación secundaria aumentaron ligeramente un 1,1% hasta las 311 empresas y las empresas que utilizan la biotecnología como herramienta de producción descendieron hasta quedarse en 2.887 empresas.
Así, la salud humana sigue siendo la principal área de actividad de las biotech con el 58% de las compañías. Le siguen las empresas dedicadas a la alimentación con el 27%, la agricultura y producción forestal con el 17%, la salud animal y la agricultura con el 15%, el medioambiente con el 12% y en última posición la industria con un 10%.
En números absolutos, Cataluña, Madrid y Andalucía siguen concentrando más de la mitad de las empresas biotech y el 83% de la facturación total. Durante el año 2023 los mayores crecimientos en la demografía empresarial se registraron en Murcia, Navarra, Aragón e Islas Canarias con crecimientos del número de empresas superior al 15%.
Por número de compañías, Cataluña mantiene su liderazgo con el mayor número de empresas de biotech, con un 24,56% del total. Le siguen la Comunidad de Madrid con un 17,95 %, Andalucía con el 12,52%, País Vasco con el 9,57% y la Comunidad Valenciana con el 8,78%.
En cuanto a la facturación sobre el total, Cataluña se sitúa en primera posición con el 43,90%, seguida por la Comunidad de Madrid con el 34,95%.
Desde Asebio realizaron un seguimiento para identificar las nuevas empresas que se crean y que centran su actividad en la biotecnología. En el último año se identificaron 67 nuevas empresas biotech. De estas empresas, 19 se crearon en Cataluña, 12 en Andalucía, siete en el País Vasco, cinco en Madrid, cinco en Galicia, cuatro en Asturias, cuatro en Valencia, tres en Extremadura. Además, Castilla y León y Murcia cuentan con dos nuevas empresas y se identificó una nueva empresa en Castilla-La Mancha, Cantabria y Navarra.