Profesión

¿Cómo mejorar la comunicación entre médicos y farmacéuticos para incrementar la adherencia?

Un trabajo en Australia analiza las barreras y oportunidades de la colaboración entre médicos y farmacéuticos para lograr una mejora de la adherencia a los tratamientos

Cómo debe ser la colaboración entre farmacéuticos y médicos de Atención Primaria para conseguir una mejora de la adherencia a los tratamientos en pacientes crónicos ha sido el objeto de un estudio realizado en Sidney (Australia) y publicado en la revista BMJ Open.

El trabajo partió de la base de que es necesario contar con equipos multidisciplinares de profesionales que se interrelacionen para ofrecer a los pacientes una atención más dirigida a la mejora del cumplimiento. El estudio se realizó con el debate de tres grupos de trabajo de médicos de atención primaria y tres de farmacéuticos comunitarios, que en total sumaron 45 profesionales.

La principal conclusión del trabajo revela que la comunicación entre ambos profesionales para mejorar la adherencia a la medicación es escasa y limitada, y que, aunque todas las vías de interrelación son útiles (correo electrónico, teléfono o papel), los encuentros cara a cara son los más efectivos para una correcta comunicación interprofesional que revierta sobre la mejora del cumplimiento de los tratamientos.

En concreto, el estudio analizó, a través de las distintas entrevistas realizadas a los médicos y farmacéuticos, diversos aspectos de la relación entre ellos. El primero de ellos se centró en la frecuencia con la que estos profesionales interactúan, concluyendo que un contacto más regular y frecuente debe tener un impacto positivo sobre la adherencia.

Otra de las cuestiones analizadas fue la percepción de credibilidad de un profesional sobre el otro y los roles adoptados. Los participantes en el estudio destacaron la importancia de potenciar la confianza de unos profesionales respecto a los otros, y en este punto el papel de la comunicación es esencial, así como alinear perspectivas.

En cuanto al canal de comunicación (papel, electrónico, presencial o por teléfono), la opinión más compartida fue que, para el intercambio de información o interacciones rutinarias, la comunicación escrita o electrónica es suficiente; sin embargo, los profesionales coincidieron en que el cara a cara es esencial para establecer una colaboración efectiva.

Las entrevistas también pusieron de manifiesto que el tipo de comunicación más frecuente entre ambos profesionales era la reactiva, es decir, que su interrelación se producía como respuesta a un problema. Frente este tipo de comunicación, se aconseja la proactiva, que debería potenciarse más, puesto que se produce muy ocasionalmente.

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