Terapéutica

La humanización en oncología, clave para mejorar la calidad de vida del paciente

Los expertos coinciden en que la humanización en oncología mejora los resultados en salud y la calidad de vida de los pacientes. La nueva guía de la Cátedra de Medicina Individualizada Molecular y Merck analiza las carencias del sistema y propone soluciones concretas.
Participantes en el acto de presentación de la guía de Humanización.

El abordaje del cáncer ha avanzado significativamente en los últimos años gracias a la innovación terapéutica, pero la humanización sigue siendo una asignatura pendiente en los centros sanitarios. La Cátedra de Medicina Individualizada Molecular de la Universidad Autónoma de Madrid y Merck han presentado la guía 'Impulsando la Humanización en Oncología', un documento que identifica carencias en el proceso asistencial y ofrece soluciones para mejorar la experiencia del paciente.

"Los datos recogidos en este documento reflejan que la humanización no es solo una cuestión de sensibilidad, sino que tiene un impacto directo en el diagnóstico, la adherencia al tratamiento y el seguimiento de la enfermedad", explicó Jesús García-Foncillas, director de la Cátedra y coordinador del informe.

La inauguración del acto corrió a cargo de la directora general de Humanización, Atención y Seguridad del Paciente de la Comunidad de Madrid, Celia García Menéndez, quien subrayó el papel clave que la humanización debe jugar en la atención oncológica, asegurando que se trata de una necesidad real y no de un simple complemento a los tratamientos médicos. En este sentido, destacó la importancia de contar con un enfoque multidisciplinar en el que participen tanto profesionales sanitarios como asociaciones de pacientes.

Además, incidió en la creciente incidencia del cáncer y la necesidad de adaptar el sistema sanitario a esta realidad. "El cáncer sigue siendo una de las principales causas de morbilidad, de mortalidad en el mundo y también en España"​, señaló, recordando que la previsión para 2040 apunta a un aumento de los casos hasta los 341.000 anuales. Ante este panorama, insistió en la importancia de una atención integral, que no solo abarque el diagnóstico y el tratamiento, sino que también incorpore el acompañamiento emocional, el apoyo psicológico y la personalización de los cuidados. "Estamos hablando de humanización y parece que es como una redundancia, porque somos personas atendiendo a otras personas", reflexionó, incidiendo en que la clave está en adaptar el modelo asistencial a las verdaderas necesidades de los pacientes.

Barreras que impiden una oncología humanizada

El estudio revela que, aunque el concepto de humanización está presente en la agenda sanitaria, su implementación es irregular y carece de recursos adecuados. Una de las principales barreras identificadas es la falta de apoyo psicológico: el 72% de los pacientes no recibió atención psicológica tras el diagnóstico, a pesar de que el 92% la consideraba necesaria. Además, la sobrecarga asistencial y la escasez de tiempo de los profesionales reducen la calidad de la comunicación y el acompañamiento emocional.

"Un paciente tratado en un entorno de humanización tiene mejor adherencia a los tratamientos y un mayor nivel de compromiso en su autocuidado", señaló Juan Antonio Guerra, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario de Fuenlabrada. Sin embargo, a menudo la atención se centra exclusivamente en la eficacia del tratamiento, dejando en segundo plano las necesidades emocionales y sociales del paciente.

Otra de las dificultades detectadas es la falta de coordinación entre oncología y atención primaria, lo que genera incertidumbre en los pacientes y dificulta la continuidad asistencial. Además, la escasez de espacios adecuados en hospitales limita la privacidad y el bienestar de los enfermos.

Propuestas para una oncología más humana

La guía plantea una serie de recomendaciones destinadas a transformar la atención oncológica. Entre ellas, destaca la implantación de equipos multidisciplinares, que incluyan no solo oncólogos y enfermeros, sino también psicooncólogos, trabajadores sociales y otros profesionales capaces de abordar las necesidades integrales del paciente.

Otra de las claves es la mejora de la comunicación. Se necesitan protocolos claros para que la información sea transmitida con empatía y precisión, recoge la guía. Esto facilitaría una atención más centrada en la persona, según reconoció, Marcos Martínez Cortés, gerente del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac). La formación en comunicación para los profesionales sanitarios y la implementación de tiempos adecuados en consulta son pasos esenciales en este sentido.

El acceso garantizado a apoyo psicológico y nutricional es otra prioridad. Muchos pacientes enfrentan no solo el impacto emocional del diagnóstico, sino también cambios físicos que afectan su calidad de vida. Ofrecer recursos adecuados en todas las etapas de la enfermedad es fundamental para su bienestar.

La humanización también beneficia a los propios profesionales sanitarios. "La humanización se debe extender no solo hacia las personas que tratamos y a sus familias, sino también hacia nosotros.", recordó Javier Serrano Urra, director de Humanización e Innovación de la AECC. La guía propone mejorar las condiciones laborales del personal sanitario, dotándolos de herramientas para ofrecer una atención más empática y efectiva.

Por su parte, Isabel Sánchez Magro, directora médica de Merck en España, insistió en la importancia de un enfoque multidisciplinar donde todos los stakeholders, más allá del sistema sanitario, puedan aportar su visión y valor. En este sentido, apostó por la formación y “crear cultura de humanización”.

La presentación de esta guía supone un paso adelante en la transformación de la atención oncológica en España, pero los expertos coinciden en que queda un largo camino por recorrer. La clave estará en la implementación real de estas medidas, garantizando que la atención sanitaria no solo sea eficaz, sino también humana y cercana.

Para garantizar una atención oncológica más humanizada, la guía establece diez principios fundamentales que todo centro hospitalario debería cumplir:

  1. Atención multidisciplinar y personalizada
    La atención debe ser proporcionada por un equipo que incluya oncólogos, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales y otros profesionales, asegurando un enfoque integral que cubra todas las necesidades del paciente.
  2. Reducción del tiempo de espera para el diagnóstico
    Es fundamental que el tiempo desde la sospecha inicial hasta la confirmación del diagnóstico no supere las cuatro semanas, reduciendo la ansiedad del paciente y permitiendo un inicio temprano del tratamiento.
  3. Acceso a consultas de alta resolución
    Se deben habilitar consultas especializadas que permitan en un mismo día realizar pruebas diagnósticas, obtener resultados y definir el tratamiento, minimizando desplazamientos y esperas innecesarias.
  4. Disponibilidad de tratamientos innovadores
    Garantizar el acceso a los tratamientos más avanzados y personalizados, incluyendo inmunoterapias y terapias dirigidas, para mejorar los resultados clínicos y la calidad de vida de los pacientes.
  5. Facilitación de la participación en ensayos clínicos
    Los pacientes deben contar con información clara y acceso a ensayos clínicos que puedan ofrecerles oportunidades terapéuticas adicionales.
  6. Atención nutricional especializada
    La valoración y el seguimiento nutricional deben formar parte del tratamiento oncológico, asegurando que los pacientes reciban asesoramiento adecuado para afrontar los efectos secundarios y mantener su estado físico.
  7. Apoyo psicológico para pacientes y familiares
    Es imprescindible que los pacientes y sus cuidadores cuenten con acompañamiento psicológico desde el diagnóstico, facilitando la gestión del impacto emocional de la enfermedad.
  8. Seguimiento específico para largos supervivientes
    Se debe establecer un protocolo de seguimiento para las personas que han superado el cáncer, asegurando un control adecuado de posibles secuelas y facilitando su reintegración a la vida cotidiana.
  9. Acceso temprano a cuidados paliativos
    Los cuidados paliativos no deben limitarse a las fases finales de la enfermedad, sino que deben incorporarse desde el diagnóstico en los casos necesarios, priorizando el bienestar del paciente.
  10. Comunicación clara y empática
    La información sobre la enfermedad y el tratamiento debe ser transmitida de forma comprensible, respetuosa y transparente, promoviendo una toma de decisiones compartida entre el equipo médico y el paciente​.

Comentarios

guest
0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments

Noticias relacionadas

Actividades destacadas