La dispensación excepcional de medicamentos por parte de los farmacéuticos comunitarios puede resolver muchas incidencias que, de no solucionarse, pueden comprometer la adherencia a los tratamientos de los pacientes. Así se ha puesto de manifiesto durante el coloquio Dispensación excepcional: ¿para cuándo?, que ha cerrado el programa de la jornada científico-profesional que la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac) ha celebrado en Tenerife con la presencia de cerca de 130 farmacéuticos comunitarios y con el lema Farmacia comunitaria en transformación: avanzando en el valor clínico.
La inauguración de la jornada ha contado con la participación de José Juan Alemán Sánchez, director General de Salud Pública del Gobierno de Canarias; Vicente J. Baixauli, presidente de SEFAC; Isidoro Souto Bethencourt, presidente de SEFAC Canarias; y Manuel Ángel Galván González, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife.
Durante el coloquio se han presentado los resultados de un estudio piloto realizado en 98 farmacias de Aragón y Asturias en el que se han analizado las incidencias detectadas durante la dispensación de medicamentos que estaban relacionadas con los problemas de acceso a los tratamientos. Según este estudio, realizado durante 14 días de seguimiento, se produjeron 2.221 incidencias sobre un total de 138.697 dispensaciones (1,60 %) a 2.009 pacientes (con un perfil tipo de mujer mayor de 65 años, con tratamiento crónico y polimedicada).
Estas cifras extrapoladas a todas las recetas del SNS que se dispensan al año suponen 16 millones de incidencias. El 10,8 % de estas incidencias fueron debidas a faltas de suministro o desabastecimientos, pero el 89,2 % adicional se debió a otras causas como la presencia de recetas caducadas (54,7 %), la ausencia de receta (18,7%), una dosis insuficiente (13,2 %) y una forma farmacéutica inadecuada (2,6 %).
Todas estas incidencias pueden causar directamente problemas de adherencia terapéutica en los pacientes y una de las posibles soluciones sería aplicar la dispensación excepcional, aseguran desde Sefac. La dispensación excepcional es la posibilidad de salvaguardar el espíritu de la prescripción por parte del farmacéutico, ante una situación de urgencia o necesidad, en la que dispensa el medicamento más adecuado dentro de las posibilidades reales de las que dispone con el fin de garantizar al paciente la disponibilidad, la adherencia y el uso adecuado de su medicación de acuerdo con sus necesidades. Esta práctica ya está regulada desde hace años en países como Reino Unido, Canadá, EEUU, Australia, Nueva Zelanda… y está apoyada por la Federación Internacional Farmacéutica (FIP).
Desde Sefac se pide a las autoridades sanitarias que estudien la posibilidad de facilitar la dispensación excepcional, como ha sucedido ante algunos casos de desabastecimientos recientes como el de amoxicilina pediátrica, y se permita a los farmacéuticos comunitarios, en coordinación con los médicos de atención primaria, establecer protocolos de actuación que permitan llevar a cabo dispensaciones excepcionales para resolver las incidencias que puedan comprometer la adherencia terapéutica y la persistencia de los pacientes y, por lo tanto, su salud
Durante la jornada, el presidente de Sefac, Vicente J. Baixauli, ha reivindicado la labor clínica de los farmacéuticos comunitarios en su atención a los pacientes, especialmente en todos aquellos crónicos y polimedicados que precisan un seguimiento continuado para el buen uso de sus medicamentos y un buen resultado de las terapias en la salud. “Esta labor clínica, y no otras cosas, es lo que verdaderamente hará más fuerte a la farmacia comunitaria ante los cambios que se están produciendo tanto a nivel social como producto de la digitalización, reducirá las amenazas externas y aportará el valor diferencial que necesitan los farmacéuticos comunitarios como los expertos en medicamentos más accesibles a la población”.
El presidente de Sefac Canarias, Isidoro Souto, ha incidido en esa visión y ha añadido que “si se quiere que el farmacéutico comunitario sea tenido en cuenta, se le considere y valore por su labor sanitaria y no solo logística y que se cuente con la posibilidad de ampliar competencias y responsabilidades, hay que avanzar hacia esa transformación en profesionales clínicos y comprometerse más con la obtención de resultados en salud”.
Para profundizar en esa actividad clínica, el programa de la jornada ha incluido distintas sesiones sobre el papel del farmacéutico en el abordaje de patologías y temáticas como diabetes, farmacoterapia inhalada, adherencia terapéutica, hipotiroidismo, tabaquismo, COVID-19, ojo seco y ojo rojo, heridas y quemadura, dislipidemias, salud articular y obesidad.