El Ayuntamiento de Eibar ha sido el último en sumarse al programa que el Departamento de Salud del Gobierno Vasco y los COF desarrollan, junto a los consistorios vascos, con el objetivo de mejorar el uso de los medicamentos de las personas adscritas al Servicio de Ayuda a Domicilio. Con esta colaboración, explican desde el COF de Guipuzcoa, "se pretende facilitar el acceso al medicamento y el cumplimiento correcto del tratamiento, así como dar apoyo al auxiliar domiciliario y/o cuidador en aquellos aspectos relacionados con la adquisición, conservación y administración de medicamentos".
Para ello, se utilizan como herramienta unos sistemas personalizados de dosificación (SPD) donde se disponen los comprimidos que el paciente debe tomar en cada momento del día, acompañados de la información necesaria para la correcta administración de la dosis. La dirección de Servicios Sociales de cada Ayuntamiento selecciona a los usuarios participantes, que tienen que dar su consentimiento. Posteriormente, el usuario elige la farmacia y se le realiza una entrevista para elaborar una ficha con toda la información relativa a la medicación que toma y los problemas de salud que tiene. Con una periodicidad quincenal o semanal, el farmacéutico prepara y entrega la medicación en las dosificaciones personalizados.
Mediante convenios de colaboración ya son 140 los municipios vascos que forman parte de este programa para el que están acreditadas 690 farmacias, de las cuales 322 tienen pacientes. En la actualidad, son más de 800 los usuarios de los servicios de ayuda domiciliaria que se benefician del programa.
En el caso de Gipuzkoa, con la suma de Eibar, forman ya parte del programa un total de 34 municipios, contando con 261 farmacias acreditadas en el Territorio (91% del total), de las cuales 115 preparan la medicación para 320 ciudadanos guipuzcoanos.
Para este año el programa financiado por el Departamento de Salud cuenta con un presupuesto de 300.000 euros, lo que supone 10.000 más que el pasado ejercicio, ya que cada año el número de personas atendidas es mayor, gasto que se ve compensado porque la adherencia a los tratamientos, además de mejorar la calidad de vida de las personas, evita ingresos hospitalarios y permite un uso más racional de los medicamentos.