El Complejo Hospitalario Universitario de Cáceres ha hecho balance del Programa de Optimización de Antibióticos (PROA) puesto en marcha en junio del pasado año, el primero que se lleva a cabo en Extremadura, y, vistos los datos, los responsables de este centro han mostrado su optimismo. Y es que habrían obtenido un ahorro de 301.995 euros en 12 meses, además de una reducción de la mortalidad en pacientes con bacteriemia, entre los que se han evitado más de 1.700 estancias.
También se ha disminuido, explican desde la Consejería de Sanidad, el consumo global de antibióticos de este centro cacereño en un 10%, siendo la reducción de entre el 25 y el 30% en el caso de los antibióticos de amplio espectro. "Las conclusiones del pilotaje en este primer año coinciden con los objetivos de su puesta en marcha: la mejora en el uso de los antimicrobianos y del pronóstico de los pacientes con afecciones graves; la reducción de los efectos adversos y de las resistencias bacterianas, y la disminución del gasto sanitario", explican, señalando que la aplicación del plan ha contribuido además a la buena práctica clínica y al aumento de los conocimientos sobre la utilización de antibióticos.
Desde la Consejería recuerdan que el programa se puso en marcha de manera voluntaria, por parte de un equipo multidisciplinar del Complejo Hospitalario conformado por residentes de medicina interna, farmacia hospitalaria y microbiología clínica, y para él no se ha necesitado ninguna inversión adicional en recursos humanos. "Los seis integrantes del equipo, coordinados por Juan Luengo, han asumido PROA como un extra en su trabajo diario y esperan que sus resultados consoliden el programa por sus resultados clínicos, ecológicos y económicos, y se instaure de manera permanente en el hospital", señalan.
Dentro de las acciones realizadas en el primer año, señalan que se han atendido una media de 20 pacientes por día, y que ocho de cada 10 habrían mostrado una total aceptación de las recomendaciones de los médicos prescriptores. En lo que respecta al tipo de antibióticos, hay descensos significativos como el de la daptomicina (46%), de ertapenem (33%) y de vancomicina (30%) si se compara su consumo con el año previo a la implantación de PROA.
"Las conclusiones indican que la instauración de este programa tiene resultados económicos, clínicos y ecológicos que requieren una consolidación. También queda demostrado que cualquier inversión que se haga para potenciar su desarrollo tiene un retorno económico claro", concluyen desde la Consejería.