La Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac) ha editado, con la colaboración de Esteve y coincidiendo con el Día de la Adherencia, el pasado 15 de noviembre, el documento 'Dispensación, adherencia y uso adecuado del tratamiento', una guía práctica creada dentro del proyecto ADHe+, cuyo objetivo es reforzar el papel clave del farmacéutico comunitario en adherencia y ayudarle a detectar aquellos pacientes que no cumplen el tratamiento durante el proceso de dispensación.
Para empezar, se plantean las causas multifactoriales de la falta de adherencia, identificando, por un lado, las que tienen que ver con el propio paciente, como la edad, la presencia de problemas psicológicos como depresión o el grado de desconocimiento de la enfermedad, del tratamiento y de cuáles pueden ser las consecuencias en caso de no cumplirlo. Otras, en cambio, estarían asociados con la terapia (por su complejidad, efectos adversos, percepción de escasa efectividad, etc), con el estado de la enfermedad o con la atención que ofrecen los profesionales sanitarios.
En este sentido, el documento incluye un decálogo de consejos, que empiezan por una buena comunicación entre el paciente y el farmacéutico comunitario. Para ello, aconsejan cuidar la empatía y la escucha; establecer la vía de comunicación más adecuada, valorando el empleo de dibujos, símbolos e incluso idiomas diferentes; animar a los pacientes a hacer preguntas sobre su enfermedad y su tratamiento; utilizar preguntas abiertas; hablar sobre las repercusiones de no tomar la medicación, sobre otras alternativas no farmacológicas, sobre cómo realizar la reducción gradual de las dosis y sobre qué medicamentos priorizar (en el caso de pacientes polimedicados); dar la oportunidad al paciente de implicarse en las decisiones sobre el tratamiento; evaluar la adherencia de forma constructiva; asumir que los pacientes pueden tener un punto de vista diferente; asumir que hay ninguna recomendación específica que valga para todos los pacientes, y revisar periódicamente con el paciente sus conocimientos, comprensión y preocupación sobre sus medicamentos, ya que varían con el tiempo.
Rosa Prats, farmacéutica comunitaria que ha coordinado el documento en el que han trabajado varios expertos, ha señala, tras la presentación de la obra, que “el farmacéutico comunitario es una pieza clave en el abordaje de la adherencia, pues es el último eslabón de la cadena antes de que el paciente reciba el medicamento. Por ello, la guía es una magnífica herramienta que le ofrece la oportunidad, durante el proceso de dispensación, de ayudarle de una forma fácil y rápida a la detección y abordaje de pacientes no adherentes, tanto en la medicación que deciden recoger como en la que no".