Un sondeo entre compañías farmacéuticas, realizado por investigadores del Centro Tufts para el Estudio del Desarrollo de Fármacos, indica que prácticamente todas tienen previsto usar más datos en práctica real para adoptar decisiones apoyándose en información más precisa en los próximos tres años.
Se espera que el volumen y la diversidad de las fuentes para obtener información en ensayos clínicos crezca de manera significativa en ese periodo, según el estudio 2017 eClinical Landscape Study. Esa información se empleará para adoptar decisiones de forma más ágil y con mayor precisión durante los ensayos, pero también habrá que saber adaptarse y manejar muchos datos cuya procedencia será cada vez más diversa.
Así, el 98% de los encuestados admite que a fecha de hoy hay retos sin superar en los sistemas manejo de los datos clínicos en sus respectivas compañías, y que habrá que estar mejor preparados ante la próxima oleada de información en práctica clínica real.
Ken Getz, director del Centro Tufts, ha dicho que “la complejidad de los ensayos clínicos está poniendo a prueba territorios científicos, operativos y de soluciones tecnológicas. Al tiempo que los equipos clínicos manejan datos convencionales de informes de casos y otros proporcionados por laboratorios locales o centrales, se les está obligando a salir de su ‘zona de confort’ para gestionar, integrar y analizar datos de fuentes más diversas y menos compatibles, incluyendo teléfonos móviles, tecnología ‘wearable’, evidencia en mundo real y redes sociales”.
Fuentes que se multiplican
Las compañías del sector de ciencias de la vida utilizan una media de cuatro fuentes en los ensayos clínicos. En tres años, el número de fuentes se habrá elevado a seis, y el 70% de las compañías se están preparando para fuentes que a fecha de hoy no consideran, de acuerdo con el estudio.
Otros cambios significativos es que casi todos los encuestados (93%) esperan usar consentimientos informados en soporte digital (ahora son el 62%).
En tres años, el 93% de los encuestados tiene previsto usar datos sobre resultados en función de registros digitalizados de pacientes. No obstante, en la actualidad esa información sólo representa el 4% de todos los datos que se manejan.
Según Scott Fisher, director de terapias emergentes de la corporación Intrexon, “los ensayos clínicos son más sofisticados e incluyen una cantidad creciente de datos de pacientes de fuentes muy diversas. En consecuencia, los ensayos en sí mismos son cada vez más complejos”.