Hablar de salas blancas, cabinas de flujo laminar, carruseles para la dispensación, etc. en los grandes hospitales españoles suena ya, en la mayoría de los casos, a pasado. Pero la realidad es bien distinta en muchos otros de tamaño mediano o pequeño, que siguen en pleno proceso de automatización. Un ejemplo es el Hospital de La Línea de la Concepción, donde se ha aprovechado el reciente traslado de edificio para modernizar el servicio de Farmacia y, lo que es aún mejor: teniendo en cuenta la opinión de sus integrantes.
"En 2015-2016, cuando se estaba proyectando el nuevo hospital, se nos consultó, y, entre otras cosas, propusimos la modernización del Servicio de acuerdo a lo que marca la ley en lo que respecta a la manipulación de compuestos estériles y medicamentos biopeligrosos. También la automatización de la dispensación de dosis unitaria, y del almacén, y la sustitución de las antiguas neveras por cámaras frigoríficas. Tenemos la suerte de contar con un equipo directivo que escucha, que razona las decisiones, y que está alineado con nuestras propuestas. Estamos muy contentos", explica el farmacéutico hospitalario Emilio Campos, que ejerce como responsable de la Unidad.
De lo propuesto, y aceptado, sólo falta por ejecutar la implantación del carrusel horizontal para el almacenamiento de las existencias. Sobre los beneficios de los nuevos equipamientos, concretamente de la sala blanca, Campos destaca la "sensación de protección" con la que trabajan ahora los profesionales, así como la disminución de los riesgos de que una mezcla estéril se contamine con el entorno. "La calidad de las preparaciones y la seguridad se han incrementado", confirma.
En cuanto a la dispensación con carrusel vertical, recuerda que hasta no hace mucho "se hacía en una U tradicional, con sus cajetines". La tecnología implantada ahora, con la que muchos hospitales llevan ya bastante tiempo trabajando, implica "un aumento considerable de la productividad, por la disminución del tiempo en llenar los carros". Además, el sistema está integrado con la prescripción electrónica (de todas las áreas del hospital, sólo falta por incorporar la UCI en este proyecto), "y eso disminuye posibles errores de dispensación, que aunque nunca se eliminan del todo, porque siempre el proceso lo culmina una persona, sí quedan minimizados". Con cámaras frigoríficas, por cierto, se evitan las incidencias habituales que se producían con las antiguas neveras.
Conseguido esto, en lo que se refiere a automatización ya solo esperan la implantación del carrusel horizontal para la gestión del stock, que integrado en el sistema de gestión, permite optimizar el tiempo que emplean los encargados de gestionar las existencias, reduciendo al mínimo, además, los errores de cálculo. También ayudan a optimizar la preparación de los pedidos. "Se puede multipliar por seis la productividad de un técnico", afirma este farmacéutico con rotundidad, que espera que, tras el visto bueno del equipo directivo y ahora que ya están comenzando a negociar con los proveedores, la incorporación de esta tecnología no se dilate mucho.
Liberar tiempo para la actividad clínica
Una vez que el proyecto de automatización del Servicio de Farmacia esté culminado, y todas las piezas funcionen correctamente, sus integrantes podrán liberarse de tareas de gestión para dedicar más tiempo a la actividad clínica y orientarse a la excelencia, que supone la cuadratura del círculo. "Para eso hay que construir bien la casa desde abajo, con una estructura automatizada bien afinada, con una actividad de adquisición, conservación y dispensación optimizada, que nos permita ser productivos en personal y gestión del producto. La idea es que eso te robe poco tiempo para, a partir de ahí, ir poniendo la segunda piedra, la del reforzamiento de la actividad clínica y el trabajo multidisciplinar, y la tercera, que consistiría en la búsqueda de la excelencia", resume Campos.
Relacionada con el paciente, aunque no sea actividad clínica, es el rediseño de la ventanilla de dispensación para pacientes externos, en la que se ha mejorado la confidencialidad. Antes, la persona que recogía su medicación tenía una cola detrás. Ahora, puede preservar su intimidad. "La dispensación en ventanilla se hace en un espacio aislado del resto de la gente por un material traslúcido. Esto es importante para los que vienen, por ejemplo, a por un retroviral. Es algo que nos habían demandado muchos pacientes", asegura.
El reto de mantener la actividad en un traslado
Como nota de interés, el responsable del Servicio de Farmacia del Hospital de la Línea hace referencia a la complejidad de mantener el 100% de actividad en un traslado, como el que han vivido. "Continuar haciendo en un sitio nuevo todo lo que estabas haciendo el día anterior en el centro antiguo es un reto del que no eres conscientes hasta que no te ves en él", advierte.
No obstante, la comunicación y la implicación del personal han sido la clave del éxito y, pasado el trago, habla con satisfacción de la experiencia. "Estamos muy contentos de cómo lo realizamos: traer a un paciente en unidosis de un hospital a otro es complicado. La clave del éxito ha sido la comunicación constante con los grupos de trabajo encargados del proceso. La buena previsión también nos ha ayudado mucho. Y por supuesto, la implicación de todos los profesionales, especialmente los informáticos, ya que solemos dar por supuesto que todo tiene que funcionar bien. Pero también el equipo de mantenimiento, los directivos, los profesionales sanitarios. Han sido dos meses, el anterior y el posterior, muy intensos, pero todo ha salido bien", culmina.