El Grupo OAT ha realizado, con la colaboración de Sandoz, el ‘Estudio de Adherencia desde la Visión de la Farmacia’, una iniciativa puesta en marcha con el propósito de reforzar el papel del farmacéutico comunitario como agente de salud clave para favorecer el cumplimiento terapéutico y de la que se extrae que el seguimiento farmacoterapéutico y la promoción de hábitos saludables desde la oficina de farmacia podría mejorar las tasas de adherencia hasta alcanzar el 85% en los pacientes crónicos.
El estudio recoge las conclusiones y recomendaciones obtenidas a partir de la información de 408 farmacias de todo el territorio nacional y profundiza en las patologías en las que es más sencillo y más complejo obtener buena adherencia, en los factores que influyen en ésta, así como en las herramientas con las que cuenta el farmacéutico para llevar a cabo un correcto seguimiento.
El coordinador del Comité Científico del Grupo OAT, Fernando Mugarza, asegura que "el farmacéutico es un agente de salud de primer orden, ya que mantiene un contacto directo y constante con los pacientes y su entorno". "Por ello", ha asegurado, "el proceso de sensibilización desde la farmacia es un elemento primordial en todo programa de adherencia que se precie".
Por su parte, Rafael Martínez, responsable médico de Sandoz, ha opinado que "el actual contexto sociosanitario demanda la intervención del farmacéutico como actor sanitario en primera línea con los pacientes". En concreto, ha subrayado el valor que pueden aportar estos profesionales si participan activamente "en la mejora del seguimiento terapéutico, la educación sanitaria, la prevención de enfermedades o el fomento del autocuidado".
Enlace habitual con el médico
También ha hablado sobre los resultados del estudio el farmacéutico y vocal del Comité Científico del Grupo OAT, Luis de Palacio, quien ha puesto el énfasis en el hecho de que estos profesionales ejercen de "enlace habitual entre el paciente y el médico prescriptor", detectando, por ejemplo, "posibles problemas con la medicación". Además, De Palacio asegura que el farmacéutico "colabora sin reservas con el resto de profesionales que intervienen para mejorar la salud del paciente”.
Finalmente, Mugarza ha defendido que, para que aprovechar todo el potencial del seguimiento farmacoterapéutico desde las oficinas de farmacia es necesario "aportar al farmacéutico estímulos y medios que faciliten e incentiven esta buena praxis de salud".