La Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac) ha emitido un comunicado como reacción al anuncio realizado por la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, que está a la espera de confirmación oficial, en relación con la financiación de uno de los tratamientos farmacéuticos disponibles para dejar de fumar, la vareniclina. Concretamente, ha sido Leyre Gaztelurrutia, responsable del Área de Tabaquismo de Sefac, quien la ha calificado como "una buena noticia para mejorar el abordaje del tabaquismo".
Al mismo tiempo, esta experta ha indicado que "los farmacéuticos, por sus conocimientos en medicamentos, su accesibilidad a la población y su preparación son profesionales sanitarios que pueden contribuir de forma importante a que las personas fumadoras superen su adicción".
En relación con la preparación, se refieren desde Sefac al programa Cesar, orientado precisamente a la capacitación de los profesionales de la farmacia comunitaria para acompañar a los pacientes que deseen dejar este hábito.
Gaztelurrutia ha apelado, también, a la campaña en farmacias promovida por el grupo de Respiratorio y Tabaquismo de Sefac con el apoyo de Pfizer, entre el 27 de mayo y el 2 de junio de 2019, que se concretó con la realización de un estudio, en el que participaron 297 farmacéuticos comunitarios de toda España, que realizaron 1.640 encuestas.
Los datos del mismo reflejaron, recuerdan, que el 25,60% de las personas que recurren a la ayuda profesional para dejar de fumar apuestan por el farmacéutico comunitario en su primer intento y que a medida que aumentan los intentos de cesación tabáquica, se incrementa el porcentaje de pacientes que confían en el farmacéutico como profesional sanitario para monitorizar su seguimiento y progresos. Así, en un segundo intento, el 40% de las personas recurre al farmacéutico y en un tercer intento hasta el 46,6% de los encuestados apostarían por este profesional sanitario en su proceso de deshabituación tabáquica.
En el estudio participaron farmacéuticos, de los cuales, más del 70% cuentan con una experiencia profesional de más de una década y en su mayoría, hasta un 65%, ejercían en farmacias de barrio.