‘Humanizando, que no es poco’ ha sido el título de la conferencia inaugural del 64 Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) que se está celebrando en Sevilla del 17 al 19 de octubre. La conferencia, que ha sido impartida por el director del Área Clínica del Medicamento del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia, José Luis Poveda, ha transmitido en todo momento la necesidad de humanizar la asistencia sanitaria. Para ello, ha incidido en algo que es obvio, pero que a veces es necesario “recordar” y es algo tan sencillo como “que somos humanos”.
Poveda ha iniciado su exposición señalando “que a lo largo de la evolución, la especie humana, ha tenido la necesidad de encontrarnos en la humanización, en sentirnos que somos capaces de forma consciente y planificada de incorporar valores que tengan que ver con la solidaridad, el compromiso, la ética y la igualdad,entre otros”. Y esto es una lucha “casi permanente” que según Poveda “no siempre ganamos” ya que muchas veces “estamos involucionando hacia nuestra especie más primitiva, las bestias”.
Por eso, según el conferenciante “ayer, hoy y siempre la humanización va a ser tan importante” y, por eso, la humanización significa “revitalizar los valores del cuidado más fundamentales de la persona”.
Debemos renovar el compromiso profesional
El ponente, a lo largo de su emotiva presentación, pidió a los asistentes que debían reflexionar sobre “lo que queremos, lo que podemos y lo que debemos de ser como farmacéuticos de hospital al servicio de la especie humana”. Todo ello, resaltó, no es fácil y significa “renovar tu compromiso profesional”.
Poveda puso el énfasis también en la identificación de la vulnerabilidad como elemento que aparece en los pacientes y que “es el principio y fundamento de la humanización”.
A este respecto, relató que hace unas pocas semanas sufrió un percance por el que tuvo que pasar por el quirófano para una intervención en el menisco y pudo vivir en primera persona qué es esa vulnerabilidad así como la visión y los miedos y sensaciones que sufre un paciente y, a partir de ello, preguntarse si no hay maneras de hacer diferentes las cosas para humanizar y reducir la sensación de vulnerabilidad.
Poveda profundizó en la vulnerabilidad desde el ámbito cultural, social y antropológico. Y, en este sentido, señaló que “vivimos en un mundo especialmente complejo que no siempre entendemos y esto nos hace vulnerables”. Según él, “vivimos en un mundo interconectados, pero esto no quiere decir que nos entendamos mejor”, por ello también sobre vulnerables.
Las enfermedades te hacen especialmente vulnerables
Por otro lado, añadió que “somos muy frágiles y vulnerables ante enfermedades, accidentes y despidos” y en general cualquier cambio en nuestra vida. En este sentido, Poveda señaló que “es curioso que aquellos que vivimos en el entorno sanitario, que percibimos la vejez, la enfermedad, el sufrimiento y la muerte no seamos capaces de integrar la vulnerabilidad del propio ser humano, la propia vulnerabilidad de las personas enfermas”.
El experto señaló que “la profesión sanitaria evoluciona, vivimos rodeados de sufrimiento y la única manera de afrontarlo es con la compasión”. Podemos establecer grandes esquemas posológicos para aliviar el dolor, “pero jamás aliviará el sufrimiento si no conocemos a los pacientes”, aseguró. Por ese motivo, se preguntó por si “¿conocemos realmente a los pacientes?”. Y es que, según él, la enfermedad afecta al cuerpo y a la mente y esta última, es más complicada. La incertidumbre, la invalidez y otros aspectos, nos hace especialmente vulnerables.
Son personas, no son enfermedades
Por ello, recordó que “no tratamos enfermedades, tratamos enfermos y no damos pastillas para enfermedades, sino para enfermos que son personas”. En este sentido destacó que “el paciente no tiene que ser un caso o una estadística”. Ya, de otra forma “les quitamos sus valores personales, sus sentimientos”. Y, recalcó que es muy importante escuchar.
Poveda incidió en que “hay mucho margen de mejora en cómo podemos tratar a los pacientes” y explicó que cuando los pacientes llegan al hospital están desorientados y la sensación que siente de abandono el paciente es enorme. Y, añadió que el paciente “puede llegar a referir la hospitalización como una cárcel”.
“Es muy importante tratar al paciente dignamente y tener en cuenta los pequeños detalles”, por ello pidió poner la humanización en la asistencia y que forme parte de los farmacéuticos de hospital ya que “lo necesitan los pacientes, pero también nosotros”.
La masificación y la tecnificación
Pero hablar de humanización no es algo nuevo. Poveda recordó que ya en 1984 existían planes para humanizar la asistencia sanitaria. Y, recalcó que “ los pacientes no solo necesitan habilidades técnicas, también necesitan nuestra confianza”. Y, esto no se puede hacer si nos encontramos con consultas masificadas.
Pero la situación actual poco tiene que ver con la de hace 35 años. Ahora, la tecnología ha invadido todos los ámbitos de la vida, “hoy no utilizamos la tecnología, esta se nos ha incorporado a nosotros”, aseguró Povea. En este sentido, el experto señaló que “la tecnología no deshumaniza, son las personas que la utilizan”. De este modo, consideró que “somos nosotros los que utilizamos la tecnología sin corazón”.
Para Poveda la mayor innovación es tener tiempo para escuchar al paciente, para entender sus esperanzas y sus tratamientos. “Somos una profesión profundamente farmacéutica, pero también tremendamente humana”.
Y para avanzar más en esta línea y consolidar la humanizazción, hay muchos profesionales que ya están creando “entornos y espacios” más humanos, modificando estructuras e “incorporando nuevas estrategias”. Pero aún hay mucho que trabajar, según Poveda, “tenemos que interiorizar en nuestro ADN de forma transversal cada una de las actividades impregnando humanización, y lo tenemos que hacer desde dentro”, concluyó.