Roche ha impulsado una encuesta internacional, realizada por la consultora Instar entre el 26 de marzo y el 2 de abril y en la que han participado 350 oncólogos y hematólogos de Estados Unidos, Canadá y Europa, entre ellos 42 españoles, que revelaría el impacto de la pandemia de Covid-19 en la asistencia a los pacientes de cáncer. Concretamente, se habrían observado retrasos en el inicio de los tratamientos en el 25% de los pacientes (el 36% en el caso de España), mientras que el 21% de los pacientes (32% en España) habrían sufrido interrupciones de tratamientos en marcha.
Así, los resultados de la encuesta indicarían que el 92% de los especialistas (90% en España) se vieron obligados a posponer o cancelar consultas debido a la pandemia en aquellos momentos y el 64% reconocieron que habían tenido que posponer o cancelar intervenciones quirúrgicas.
Esta reducción de la actividad asistencial presencial se habría visto parcialmente compensada por el incremento de las consultas virtuales y telefónicas, que habrían crecido un 44% (65% entre los consultados en España). Aun así, el volumen de pacientes atendidos habría caído un 40%, según la encuesta realizada por la consultora Instar.
Por otro lado, el 84% de los participantes (porcentaje que se eleva al 95% entre los especialistas españoles) se habrían mostrado "muy preocupados" por el impacto de Covid-19 en la actividad asistencial, sobre todo en forma de retrasos en el acceso a los tratamientos, posibles cambios en el tratamiento de elección o riesgos a los que se podían exponer los pacientes inmunodeprimidos.
Preocupaciones en torno al coronavirus
La encuesta también recoge la preocupación de los pacientes por la propia pandemia. Así, el 89% (el 93% en España) habrían transmitido esa preocupación a los especialistas de forma espontánea y el 41% (el 46% en España) habría llegado a solicitar la cancelación de sus consultas.
Por la parte de los especialistas, el 67% (73% en España) habría mostrado su preocupación por los problemas para acceder a los test, mientras veían que en torno al 59% de sus pacientes de cáncer estaban expuestos a sufrir una enfermedad grave si llegaban a infectarse con el nuevo coronavirus, lo que en el 58% de los casos motivó cambios en el seguimiento de los mismos.