El Ministerio de Sanidad ha reconocido, por primera vez, que la transmisión del SARS-CoV-2 se produce de forma relevantes por aerosoles, más allá de las vías que habían admitido hasta el momento. Sanidad ha actualizado el documento de información científico-técnica de la Enfermedad por coronavirus (covid-19) y ha incorporado un amplio capítulo de la transmisión del virus a través de aerosoles.
“La evidencia actual y las publicaciones más recientes, en las que participan epidemiólogos e ingenieros expertos en aerosoles, indican que el paradigma clásico para los profesionales de la Salud Pública y el control de las enfermedades transmisibles, que clasifica las emisiones respiratorias en gotas (≥5 micras) y aerosoles (<5 micras), ha de ser revisado”, reconoce el Ministerio de Sanidad, que no oculta que los aerosoles que se producen al hablar o respitar, por su pequeño tamaño (inferior a 2,5 micras) pueden alcanzar los alveolos pulmonares al ser inhalados por otra persona.
Según se recoge en el documento, para que la transmisión del SARS-CoV-2 pueda ser efectiva a través de aerosoles, los científicos han establecido la necesidad de que se cumplan al menos tres condiciones: que los aerosoles generados contengan microorganismos viables; que los microorganismos contenidos en los aerosoles estén en cantidad suficiente y demuestren su capacidad de generar infección; y que los tejidos diana a estos microorganismos sean accesibles.
El documento de Sanidad analiza la evidencia disponible en relación con estas tres premisas y ha establecido que “los aerosoles generados contienen virus viables; los virus contenidos en los aerosoles tienen capacidad de generar infección sobre todo en determinadas circunstancias: en proximidad al caso índice durante tiempo prolongado y en espacios cerrados y mal ventilados. En estas condiciones pueden coexistir varios mecanismos de transmisión y que los tejidos diana son accesibles, para aerosoles de cualquier tamaño con puertas de entrada en cualquier lugar del tracto respiratorio”.
“Por todo lo anterior se concluye que en el estado actual del conocimiento científico existen evidencias científicas consistentes que permiten afirmar que la transmisión del virus SARS-CoV-2 por aerosoles debe considerarse una vía de transmisión adicional a las ya reconocidas con anterioridad (contacto con secreciones respiratorias, fómites)”, señala el documento. Además, según explica, estos aerosoles “podrían tanto impactar y depositarse en las conjuntivas y la mucosa del tracto respiratorio superior, como ser inhalados llegando a cualquier tramo del tracto respiratorio”. Además, señala que el riesgo de esta transmisión “aumenta en la distancia corta, en entornos cerrados y concurridos, especialmente mal ventilados, y si se realizan actividades que aumenten la generación de aerosoles como hacer ejercicio físico, hablar alto, gritar o cantar”. A este respecto, cabe señalar que Sanidad retiró la referencia a la prohibición del canto en los lugares de culto en su Plan de respuesta temprana, después de que en los borradores apareciera.
Hace menos de un mes, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, rechazaba que los aerosoles fueran una de las vías principales de transmisión, aunque reconocía que había “grupos científicos que lo creen”. Ahora, el mismo Simón, sigue reticente. Este jueves en su rueda de prensa habitual afirmó que, pese a la evidencia actual, “falta por valorar qué peso real tiene la transmisión por aerosoles” respecto del total. A este respecto, el director del CCAES ha avanzado que el Ministerio de Sanidad está “terminando de delinear un documento con la valoración de riesgo real en el marco de nuestra epidemia”.
Estudio del CSIC
Hace unos días, el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) publicó un 'informe sobre vías de transmisión del SARS-CoV-2' en el que se concluía que hay “evidencia significativa” sobre la transmisión de este virus por aerosoles.
En el mismo, sus autores (Antonio Alcamí, Margarita del Val, Miguel Hernán, Pello Latassa, José Luis Jiménez, Xavier Querol, Ana Robustillo, Gloria Sánchez y Alfonso Valencia) proponen actividades en exteriores y ventilar o filtrar para reducir la transmisión por aerosoles, medidas que se añaden a las ya aceptadas del uso de mascarillas, higiene, distanciamiento, trabajo a distancia, y evitar eventos con alta densidad de personas, especialmente en interiores.
El informe analiza la posición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de diferentes estudios sobre las vías de transmisión, resume la evidencia a favor y en contra del contagio por aerosoles, y concluye que hay un apoyo sustancial de la comunidad científica a la posibilidad de que sea la forma de transmisión dominante y a que sea la forma más habitual de contagio en eventos de súper-propagación.
El documento resalta la importancia de explicar a la población el papel que juega la transmisión por el aire, a través de aerosoles expulsados por personas infectadas. En este sentido, explica que cuando respiramos, hablamos, gritamos, tosemos y estornudamos emitimos abundantes partículas: gotículas y aerosoles. Las gotículas infectan por impacto en los ojos, fosas nasales o boca, y caen al suelo hasta a 1-2 metros de la persona que las emite. Los aerosoles infectan por inhalación y viajan más de 1-2 metros antes de caer al suelo.
Además, este documento detalla las medidas que pueden resultar eficaces para reducir el riesgo, como las mascarillas, la higiene, mantener la distancia, realizar actividades en exteriores, la ventilación y filtración en espacios interiores, evitar eventos con alta densidad de personas, o las recomendaciones específicas para el transporte público en ciudades y de largo recorrido.