José Baselga, una de las figuras clave en el desarrollo de la lucha contra el cáncer a nivel mundial, ha fallecido este domingo, víctima de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
Baselga (Barcelona, 1959) fue uno de los pioneros desde los años noventa, en el desarrollo de terapias moleculares contra el cáncer, dedicando gran parte de su carrera a investigar el funcionamiento de las células cancerosas ya desarrollar terapias menos agresivas para el paciente como la radioterapia y la quimioterapia.
Tras una etapa en el Hospital Sloan Kettering, de Nueva York, donde participó de forma activa en el desarrollo de la primera terapia molecular (trastuzumab) aprobada y que supuso un cambio de paradigma en el tratamiento del cáncer de mama. En 1996 volvió a España donde se hizo cargo del servicio de oncología del hospital Vall d’Hebron.
Bajo su dirección se creó el Instituto de Oncología Vall d’Hebrón y la Unidad de Investigación de Terapia Molecular, reconocida hoy como una de las instituciones punteras a nivel mundial en el desarrollo de nuevos fármacos contra el cáncer.
Tras su etapa Barcelona, en 2010 retornó a los EE.UU. donde dirigió el servicio de Oncología y Hematología Hospital General de Massachusetts en Boston, retornando después al hospital Sloan Kettering como director médico.
En 2019, tras una dimisión obligada en 2018 por supuestos conflictos de intereses con compañías farmacéuticas del hospital neoyorquino, originada por la publicación de un artículo científico, que posteriormente nunca fue cuestionado ni retirado, Baselga se incorporó a la compañía AstraZeneca, como director del área de Investigación y Desarrollo en cáncer.
Durante el último año estuvo volcado en el desarrollo de terapias frente al covid-19, a las cuales aportó su experiencia en el campo de la oncología. Fue uno de los científicos que afirmó claramente, cuando casi nadie apostaba por ello, que a finales del año 2020 contaríamos con las primeras vacunas para hacer frente al covid-19.
De gran personalidad y volcado totalmente en la mejora de la vida de los demás, la muerte de José Baselga ha sido recibida con profundo pesar.
Desde el Hospital Vall d’Hebron, donde realizó gran parte de su actividad y se convirtió en protagonista de la evolución de los servicios de oncología, se indicaba que “hoy toda la comunidad científica y las personas que tuvimos la suerte de conocerlo y trabajar con él lloramos el fallecimiento de una persona excepcional, apasionada por todo lo que hacía, especialmente por su profesión -la medicina del cáncer- y por su familia”.
Sus compañeros del centro catalán aseguraban en un comunicado que “supo inculcar a su equipo y a todas las personas con las que trabajaba”, Igualmente destacaban, “su compromiso constante con los pacientes, su visión y tenacidad por avanzar en la medicina personalizada en el tratamiento del cáncer fue decisiva para que muchos medicamentos se hayan introducido en la práctica clínica habitual, ayudando a mejorar la expectativa de curación y la calidad de vida de muchos pacientes”.
Nicolas Gonzalez Casares: