La Asociación de Padres de Niños Prematuros (APREM), Menudos Corazones y AstraZeneca han puesto en marcha la campaña ‘La Fuerza de la Fragilidad’ con el objetivo de apoyar a los profesionales sanitarios y a las familias en la lucha contra el Virus Respiratorio Sincitial (VRS).
La iniciativa, que ha sido presentada en el Palacio de Cibeles, pretende concienciar sobre la importancia de conocer y prevenir la enfermedad a través de un vídeo que recoge de primera mano la experiencia de familiares y expertos con el VRS, y una plataforma de referencia con información y consejos para prevenir la enfermedad.
El VRS supone la primera causa de infección respiratoria aguda en niños, es el principal motivo de hospitalización por infección del tracto respiratorio inferior en menores de 2 años en países desarrollados y la segunda causa de muerte en lactantes menores de 12 meses en todo el mundo. Actualmente, se estima que en España las infecciones por este virus originan entre 7.000 y 14.000 hospitalizaciones cada año. Además, entre el 2-3% de los niños con una primoinfección por VRS en los primeros 12 meses de vida requiere hospitalización, de los cuales el 2-6%, ingresa en cuidados intensivos.
Sin embargo, el riesgo de que la infección por VRS se vuelva más grave es mayor en niños prematuros menores de 6 meses, bebés con problemas pulmonares crónicos, con cardiopatías congénitas o que están inmunodeprimidos, y los que están expuestos al humo del tabaco.
Por este motivo, y para aumentar el conocimiento sobre la enfermedad, ‘La Fuerza de la Fragilidad’ pone al alcance de la población la información necesaria para ayudar a prevenir la infección en los más vulnerables. “Es muy importante que todos los implicados tengamos presente la enfermedad y conozcamos las medidas que ayudan a prevenir las infecciones”, explica el doctor Manuel Sánchez Luna, presidente de la Sociedad Española de Neonatología.
En este sentido, los expertos han explicado cómo se contagia el virus y las medidas a tener en cuenta para evitar su contagio. “El VRS se transmite fácilmente al estornudar, toser o tocar algo que pueda tener el virus. Por eso, para prevenir el contagio de los bebés, es esencial lavarse las manos con frecuencia, evitar las multitudes y a otros niños pequeños, entre otras medidas.