Con motivo del Día Europeo para la prevención del riesgo cardiovascular, este 14 de marzo, varias sociedades científicas y famosos se han unido para concienciar a la población sobre el riesgo cardiovascular y la importancia de su prevención.
Antonio Resines, Boris Izaguirre, Isabel Jiménez, Mario Picazo y el futbolista Paolo Futre, forman parte de la campaña ‘Que no se vuelta a repetir’ puesta en marcha por Amarin, junto a la Sociedad Española de Arteriosclerosis y la Sociedad Española de Diabetes.
La posibilidad de que se sufra un evento cardiovascular y que el paciente no sea consciente de que lo esté padeciendo, es demasiado alta ya que, por lo general, se trata de situaciones que no avisan y no tienen síntomas previos. Concienciar a la población sobre el riesgo de estas enfermedades es el objetivo que desempeña Amarin con esta campaña.
Dado que, en la gran mayoría de los casos, los factores de riesgo de estas enfermedades proceden del estilo de vida del paciente, la información y educación son primordiales para prevenir muchos casos y evitar que se repita un segundo episodio, puesto que muchos pacientes desconocen que existe el riesgo cardiovascular residual. Es decir, la posibilidad de volver a padecer otro evento cardiovascular, ictus o infarto de miocardio a pesar de que el paciente cumpla con el tratamiento prescrito por su médico y de controlar los factores de riesgo como el colesterol, los triglicéridos altos, la hipertensión, la obesidad, etc.
La campaña, desarrollada en forma de spot, refleja exactamente esto, el miedo que tiene el paciente que ha sufrido un infarto a que se repita. Para representarlo se recurre a una fábula cargada de simbolismo, acompañado de los testimonios de varios famosos que concienciarán a la audiencia sobre estas enfermedades cardiovasculares que alguno de ellos ha padecido y darán consejos desde su punto de vista y experiencia personal con un mensaje positivo.
La campaña
El protagonista de la campaña se trata de un hombre que ha padecido un infarto y se encuentra demasiado asustado y cambiado, como si estuviera en otro planeta. Se siente desprotegido y para evitar sufrir se viste con un traje de astronauta que representa una armadura protectora.
El hombre también se pone un casco de cristal que simboliza la sensación de cambio y miedo a que se repita.
Sin embargo, a lo largo del spot, se ve como el traje y el casco lo único que le hacen es impedirle llevar una buena recuperación y vida normal, así como acudir al médico para las revisiones pertinentes y tomar su medicación.
En vista de que esa armadura de miedos solo le provoca una desconexión de su mundo, sus seres queridos y de él mismo, decide abandonarla y recuperar su normalidad. Empieza a llevar a cabo los pasos adecuados y una buena prevención asistiendo a las consultas médicas, cuidando su alimentación, practicando deporte y cuidando su vida emocional.