La receta electrónica ya “es una realidad también en el sector de la asistencia sanitaria privada gracias al impulso y colaboración de los Consejos de Colegios de Médicos, Farmacéuticos y Odontólogos y Estomatólogos. Según indican estas entidades, el 40% de los médicos y el 21% de los odontoestomatólogos que hacen actividad privada ya utilizan el sistema que facilitan los colegios profesionales (sistema REMPe) para prescribir medicamentos.
A su vez, cada vez más pacientes ya están recibiendo su hoja de medicación por correo electrónico, con un código identificativo que el farmacéutico puede leer para dispensarle su tratamiento. El sistema permite que cualquier receta electrónica prescrita en el ámbito privado pueda ser dispensada en cualquier farmacia comunitaria de Cataluña.
Durante los primeros 10 meses del año (del 1 de enero al 31 de octubre), se han emitido cerca de 140.000 recetas electrónicas privadas (el 88% por parte de médicos y el 12% por parte de odontoestomatólogos). Por otro lado, casi el 100% de las farmacias catalanas están preparadas para dispensar recetas electrónicas privadas y el 82% ya han hecho alguna dispensación.
La receta electrónica privada supone dejar atrás las prescripciones en papel, a menudo escritas a mano, que podían generar problemas, como por ejemplo errores de lectura y de interpretación o riesgo de falsificaciones, o bien que no permitían detectar duplicidades e integrar de manera automática una información tan relevante como son los tratamientos a la historia clínica del paciente.
La receta electrónica se envía de manera automatizada al paciente, que la recibe a su correo electrónico en formato PDF. Para retirar el medicamento a la farmacia, el paciente solo tiene que mostrar este documento. Hay que tener en cuenta que la dispensación se tiene que hacer antes de los 10 días posteriores a la emisión de la prescripción, puesto que el sistema elimina las recetas una vez transcurrida este tiempo. En caso de tratamientos de larga duración, si la primera dispensación se hace dentro del plazo, el resto de las recetas quedarán disponibles automáticamente durante los 10 días correspondientes a cada una.
Los tres colectivos profesionales que han colaborado en la puesta en marcha de la receta electrónica privada destacan el gran adelanto que representa el sistema de receta electrónica en cuanto a seguridad y calidad, puesto que estos son dos requisitos indispensables que hay que garantizar al paciente en cualquier acto de prescripción, al margen de si se hace en el sector público o privado.
Según el presidente del CCMC, Josep Vilaplana, “la receta electrónica ofrece más comodidad y seguridad en la prescripción y dispensación de medicamentos, a la vez que permite integrar esta información a la historia clínica de manera automática. El objetivo es ir incrementando el número de profesionales que hacen uso, para que acontezca el método habitual de prescripción”.
El presidente del CCFC, Jordi Casas, destaca que “las farmacias están plenamente preparadas para utilizar este sistema, que contribuye a una dispensación más segura y evita que los usuarios recurran al uso de soportes no válidos en el momento de acceder a su medicación, como, por ejemplo, recetas fotografiadas o enviadas por aplicaciones de mensajería instantánea”.
Según el presidente del COEC, German Pareja, “la receta electrónica mejora el control del paciente por parte de los profesionales y evita errores de lectura. Además, la plataforma puede ser utilizada por cualquier colegiado en diferentes centros y consultas, protege los datos y mantiene la confidencialidad sobre el tratamiento del paciente”.