Medidas necesarias para garantizar la sostenibilidad, desde incentivos para el relevo generacional hasta su integración plena en el sistema sanitario y la incorporación de herramientas digitales que permitan mejorar los servicios profesionales en estos entornos, son algunos de los temas clave que abordará el I Congreso de Farmacia Rural que este fin de semana se celebra en Alicante, bajo la organización de Asociación de Farmacéuticos Rurales de la Provincia de Alicante (Afarpa) y la Sociedad Española de Farmacia Rural (Sefar).
La cita, que reúne a unos 250 farmacéuticos, expertos en salud y representantes institucionales persigue abordar los principales desafíos del sector en las zonas rurales de España, donde actualmente operan más de 4.400 farmacias. El encuentro, además dará a conocer propuestas dirigidas a las administraciones públicas para asegurar el acceso equitativo a medicamentos y servicios en todo el territorio. La cita pretende, además, fortalecer la red de profesionales rurales.
El congreso arranca el sábado 10 de mayo con un acto inaugural que contará con la intervención de la concejala de Sanidad del Ayuntamiento de Alicante, Cristina Cutanda Pérez y Andrés García Mongars, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Alicante. Darán la bienvenida y agradecimiento al evento, el presidente de Afarpa Manuel Olivert Amado, el presidente de Sefar, Jaime Espolita Suárez, y la presidenta del Comité Organizador, Irene González Orts.
Según explica Jaime Espolita, “estamos seguros de que, este encuentro, potenciará aún más la imagen de la Farmacia Rural ante la sociedad y servirá para estrechar lazos entre compañeros de diferentes ramas de la profesión. El hecho de que un evento de esta envergadura esté organizado para y por compañeros que ejercen en las farmacias más pequeñas de nuestro modelo, pero, a la vez, aquéllas que garantizan la igualdad y cohesión de éste, nos hace estar doblemente orgullosos y habla muy bien de la implicación, la vocación y las ganas de aprender de los farmacéuticos rurales. Estamos convencidos de que será un éxito y de que acabará por convertirse es un referente en el futuro”.
Según datos del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), en España hay más de 4.400 farmacias ubicadas en municipios de menos de 5.000 habitantes, que prestan servicio a más de 5,6 millones de personas. Estas farmacias representan un pilar fundamental del sistema sanitario en zonas afectadas por la despoblación y el envejecimiento, ofreciendo atención farmacéutica personalizada, seguimiento de tratamientos, educación en salud y, en muchos casos, el único punto de acceso a servicios sanitarios.
El 90% de la población residente en estos entornos rurales cuenta con una farmacia comunitaria en su municipio, y estas farmacias generan más de 11.800 empleos y un impacto económico de casi 1.600 millones de euros anuales.
“Las oficinas de farmacia rural juegan un papel extraordinario porque no solo garantizan el acceso al medicamento en cada rincón del país, sino que también son un pilar de salud pública, de cercanía y de humanidad. Son muchas veces el único recurso sanitario disponible en los pueblos más pequeños, y cumplen una función que va mucho más allá de lo asistencial. Representan compromiso, vocación y servicio. Por eso hoy, más que nunca, necesitan apoyo, visibilidad y unión”, afirma Irene González Orts.
“Estamos teniendo una acogida extraordinaria de todos los sectores que confluyen en la farmacia rural, sin lugar a dudas y, por tanto, me siento muy satisfecho por los logros obtenidos en este primer Congreso Nacional de Farmacia Rural. Todo ello debido en gran parte al esfuerzo encomiable del equipo responsable del Comité Organizador y a la inestimable voluntad de cada uno de los que se han ido sumado al proyecto desde hace ya unos meses”, explica Manuel Olivert.
“Espero y deseo que este primer paso que estamos dando sirva para afianzar la viabilidad de la farmacia rural y con ello, ayudar a la estabilidad y el fortalecimiento del mundo rural en su conjunto, traduciéndose en una mejora para el que todos nos debemos, es lo más importante y no es otro que nuestro paciente-cliente”, ha concluido Manuel Olivert.