El descubrimiento podría conducir a formas más dirigidas de mantener el hedor a raya
LUNES, 30 de marzo de 2015 (HealthDay News) -- Las personas que sufren de mal olor corporal tienen una nueva esperanza: unos investigadores han precisado genes bacterianos que tienen un rol importante en el aroma desagradable.
Los hallazgos podrían algún día conducir a nuevas formas de controlar el problema, sugirieron los investigadores.
Según explicaron los investigadores, el olor corporal ocurre cuando las bacterias de la piel descomponen las moléculas del sudor. En el nuevo estudio, los investigadores encontraron el ADN en las bacterias Staphylococcus hominis que producen las proteínas que descomponen a las moléculas del sudor.
Esas proteínas son responsables de descomponer las moléculas de sudor en compuestos que tienen un rol importante en el mal olor corporal, señalaron los investigadores. Esos compuestos son hediondos en cantidades minúsculas, de hasta una parte por billón.
Uno de los genes encontrados en la S. hominis también se halló en dos otras especies de bacterias de estafilococos vinculadas con el mal olor corporal, según el estudio.
El estudio se presentó el lunes en la conferencia anual de la Sociedad de Microbiología General (Society for General Microbiology) en Birmingham, Inglaterra. Los estudios presentados en reuniones generalmente se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.
"Este trabajo ha avanzado de forma significativa nuestra comprensión sobre los procesos bioquímicos específicos que tienen que ver con la producción del mal olor corporal. Fue sorprendente que esta vía particular del mal olor corporal esté gobernada solo por un pequeño número de las muchas especies bacterianas que residen en las axilas", comentó en un comunicado de prensa de la sociedad el líder del estudio, Dan Bawdon, de la Universidad de York en Reino Unido.
Añadió que estos hallazgos podrían conducir a mejores formas de controlar el mal olor corporal.
Los desodorantes y antitranspirantes tradicionales funcionan al matar todos los tipos de bacterias en las axilas o al bloquear las glándulas sudoríparas, respectivamente. Esta investigación podría conducir a nuevos compuestos que se dirijan específicamente a las sustancias ofensivas, planteó.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare