LUNES, 31 de agosto de 2015 (HealthDay News) -- Las personas que se someten a una cirugía de reemplazo total de cadera o rodilla se enfrentan a un riesgo más alto de ataque cardiaco durante el primer mes tras el procedimiento, encuentra un estudio reciente.
Las probabilidades de un ataque cardiaco eran más de ocho veces más altas en los primeros treinta días tras una cirugía de reemplazo total de rodilla en comparación con las personas que no se sometieron al procedimiento. El riesgo de ataque cardiaco fue cuatro veces mayor en el mes tras una cirugía de reemplazo total de cadera, reveló el estudio.
Pero los investigadores anotaron que los hallazgos no deben disuadir a las personas de someterse a esas cirugías.
"En general, ni el reemplazo de rodilla ni el de cadera aumentan el riesgo de ataque cardiaco durante el periodo completo de seguimiento de nuestro estudio, aunque el riesgo fuera sustancialmente mayor poco después de la cirugía", explicó. "Ese riesgo no debe evitar que un paciente se someta a una de esas cirugías".
De hecho, las probabilidades de un ataque cardiaco se disiparon con el tiempo en estos pacientes, encontró el estudio. Pero las probabilidades de coágulos sanguíneos en las venas y en los pulmones aumentaron en el primer mes tras la cirugía, y perduraron durante años tras la realización de un reemplazo de rodilla o cadera, apuntaron los investigadores.
"Al contrario de los hallazgos recién publicados, nuestro estudio indica que los procedimientos de reemplazo total de articulaciones no proveen un efecto protector general contra el riesgo de ataque cardiaco", dijo el investigador líder Yuqing Zhang, profesor de medicina y epidemiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston.
Estos hallazgos sugieren que el riesgo de ataque cardiaco inmediatamente tras una cirugía quizá se haya subestimado, dijo.
El Dr. Gregg Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles, dijo que "está bien documentado que durante y poco después de una variedad de procedimientos quirúrgicos el riesgo de ataque cardiaco es elevado".
Un estudio anterior con pacientes de osteoartritis que comparaba a los que se habían sometido a un reemplazo de rodilla o cadera con los que no sugirió que había un riesgo más bajo de ataque cardiaco entre los que se hacían la cirugía, según la información de respaldo del estudio. Pero los ataques cardiacos durante el mes tras la cirugía se excluyeron del estudio, lo que sesgó los resultados, dijo Fonarow.
"Los motivos del aumento en el riesgo de ataque cardiaco en estos y otros tipos de cirugía son muchos, y hasta la fecha, métodos como el uso de fármacos cardiacos, como la aspirina, los bloqueadores beta y los bloqueadores alfa, en general no han tenido éxito en la reducción del riesgo", lamentó.
Zhang dijo que quizá haya que tomar medidas para reducir el riesgo de un ataque cardiaco tras la cirugía.
Los hallazgos aparecen en la edición del 31 de agosto de la revista Arthritis & Rheumatology.
Para el estudio, Zhang y sus colaboradores recolectaron datos sobre casi 14,000 personas mayores de 50 años de edad que tenían osteoartritis y que se sometieron a un reemplazo total de rodilla. Compararon a esos pacientes con una cantidad similar de personas que no se hicieron el procedimiento. También recolectaron datos sobre más de 6,000 personas de más de 50 años de edad con osteoartritis que se sometieron a un reemplazo total de cadera, y las compararon con una cantidad similar de personas que no.
La osteoartritis es el tipo más común de artritis. Afecta a 27 millones de estadounidenses mayores de 25 años, según el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (NIAMS) de EE. UU. El trastorno provoca dolor y rigidez en las articulaciones.
En algunos casos, el reemplazo de cadera o rodilla puede ser una buena opción para los pacientes de osteoartritis, para aliviar el dolor y la rigidez y restaurar la movilidad, según el NIAMS. Cada año, en todo el mundo se realizan hasta 1.8 millones de reemplazos de cadera o rodilla, según la información de respaldo del estudio.
Fonarow dio que seguir un estilo de vida saludable para el corazón es la mejor forma de reducir el riesgo de ataque cardiaco durante y tras una operación.
"Los médicos y los pacientes pueden tomar medidas para reducir sustancialmente el riesgo de ataque cardiaco al mantener una presión arterial, un nivel de colesterol y un peso corporal sanos, y al hacer ejercicio y no fumar", aseguró Fonarow. "Además, las estatinas son una de las terapias más efectivas para minimizar el riesgo".
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
FUENTES: Yuqing Zhang, D.Sc., professor, medicine and epidemiology, Boston University School of Medicine; Gregg Fonarow, M.D., professor, cardiology, University of California, Los Angeles; Aug. 31, 2015, Arthritis & Rheumatology