MARTES, 3 de marzo de 2015 (HealthDay News) -- Alrededor del 7 por ciento de los niños de todo el mundo tienen el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), concluye una investigación reciente.
Ese estimado, que difiere de forma significativa de otras valoraciones, se basa en datos de 175 estudios anteriores llevados a cabo durante casi cuatro décadas.
La aproximación podría ayudar a las autoridades de salud pública a determinar si el TDAH se diagnostica en exceso o de menos en sus países, estados o comunidades, planteó la autora principal, Rae Thomas, de la Universidad de Bond, en Australia.
"Las estimaciones de la prevalencia sirven como punto de referencia", dijo Thomas, investigadora principal del Centro de Investigación sobre la Práctica Basada en la Evidencia de la universidad. "Cuando la gente oye la cifra, piensa que es mucho más o mucho menos común de lo que creía. Qué tan común es una afección puede tener un impacto sobre cómo los profesionales clínicos consideran los síntomas".
La estimación es más baja que los más recientes datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que informan que alrededor del 11 por ciento de los niños en edad escolar de EE. UU. habían sido diagnosticados con TDAH para 2011.
Pero duplica la estimación mundial sobre el TDAH del 3.4 por ciento publicada en la revista Journal of Child Psychology and Psychiatry a principios de este año, en un estudio que usó métodos muy distintos, anotó Thomas.
Los críticos dicen que podría haber graves problemas con la forma en que Thomas y sus colaboradores llegaron a sus conclusiones, al anotar que la investigación reunió a docenas de estudios que usaron una amplia variedad de criterios para determinar si los niños sufrían de TDAH.
Por ejemplo, el estudio reúne resultados anteriores basados en criterios diagnósticos que variaban entre tres versiones del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), la "biblia" que usan los profesionales de salud mental, comentó el Dr. Eyal Shemesh, jefe de salud conductual y del desarrollo del Hospital Pediátrico Kravis en Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.
"Los propios resultados de los autores establecen que hay una amplia variabilidad en los estimados basados en varios temas, incluyendo el ámbito de la investigación y el método de evaluación utilizado", señaló Shemesh.
"Si es así, cualquier intento de observar a una comunidad específica en relación con el estimado conjunto sería erróneo", advirtió Shemesh.
Los niños con TDAH, un trastorno del neurodesarrollo, tienden a no prestar atención, a ser impulsivos e hiperactivos, lo que puede hacer que tengan dificultades académicas y sociales. Con frecuencia, los síntomas continúan en la adultez.
Determinar con precisión la prevalencia del TDAH es importante, dijeron los autores del estudio, porque las estimaciones excepcionalmente altas son recibidas con escepticismo y burlas. Eso termina por hacer daño a las personas que sufren del trastorno.
En el nuevo estudio, que aparece en la edición en línea del 3 de marzo de la revista Pediatrics, los investigadores revisaron décadas de investigación sobre el TDAH y consiguieron 175 estudios que contenían 179 estimaciones sobre la prevalencia del TDAH.
Al juntarlos, los resultados combinados contenían datos sobre más de un millón de niños durante un periodo de 36 años. Los estudios se llevaron a cabo en Norteamérica y Europa.
Todos los datos arrojaron una estimación mundial de TDAH del 7.2 por ciento, con un rango del 6.7 al 7.8 por ciento, según el informe.
Thomas anotó que la estimación varió entre versiones del DSM. Los estudios basados en el DSM-IV tenían una prevalencia promedio del 7.7 por ciento, mientras que los basados en el DSM-III estimaron un 5.6 por ciento y el DSM-IIIR estimó un 4.7 por ciento.
Los estudios incluidos también variaron ampliamente respecto a sus estimaciones del TDAH, de un mínimo del 0.2 por ciento a un máximo del 34 por ciento, dijo Thomas.
La estimación final de referencia del 7.2 por ciento podría ser ligeramente alta, dado que menos estudios recientes han utilizado a médicos para ayudar a diagnosticar el TDAH, comentó Thomas.
"Muchos estudios usan listas de comprobación solo de síntomas que no toman en cuenta el impedimento", dijo. En otras palabras, quizá los niños muestren algunos síntomas de TDAH pero no se vean impedidos por esos síntomas, y no serían diagnosticados con un TDAH.
Intentar cuantificar a los pacientes de TDAH "ha sido una pesadilla investigativa", planteó el Dr. Aaron Krasner, jefe de servicios de vida transicional en los adolescentes del Hospital Silver Hill, en New Canaan, Connecticut.
"Esto se debe a que la investigación y los criterios clínicos han cambiado, los tratamientos han evolucionado, y las actitudes del público hacia la enfermedad también han cambiado", aseguró.
Dicho esto, Krasner añadió que la estimación de Thomas "parece precisa".
Michael Manos, director del Centro de Salud Conductual Pediátrica del Instituto Pediátrico de la Clínica Cleveland, dijo que se siente satisfecho de la rigurosidad del estudio de Thomas. Sugirió que el rango de referencia del 6.7 al 7.8 por ciento se debe usar para juzgar si los estados y las comunidades están diagnosticando mal el TDAH.
"Existe una alta probabilidad de un mal diagnóstico en las estimaciones que se salgan mucho de ese rango", planteó Manos.
"Si hay una discrepancia inmensa con el rango, quizá debamos ver cómo estamos diagnosticando", añadió Manos.
Shemesh se mostró en desacuerdo, y sostuvo que las fallas del estudio han llevado a una estimación engañosa que es "peor que no contar con ninguna cifra".
"El peligro es que alguien piense que esta cifra significa algo", dijo. "Si un estado arroja un 4 por ciento, dirían que está pasando casos por alto. Si alguien dice un 17 por ciento, dirían que se está diagnosticando en exceso. Y quizá no sea así bajo ninguna circunstancia".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Rae Thomas, B.Ed., Ph.D., senior research fellow, Center for Research in Evidence-Based Practice, Bond University, Queensland, Australia; Eyal Shemesh, M.D., chief, division of behavioral and developmental health, Kravis Children's Hospital at Mount Sinai, New York City; Aaron Krasner, M.D., chief, Adolescent Transitional Living Service, Silver Hill Hospital, New Canaan, Conn; Michael Manos, Ph.D., head, Center for Pediatric Behavioral Health, Cleveland Clinic Pediatric Institute, Ohio; April 2015, Pediatrics