JUEVES 30 de abril de 2015 (HealthDay News) -- Un dispositivo mecánico que restablece la capacidad de bombear sangre de un corazón deficiente podría contribuir a un deterioro de la memoria y el pensamiento en algunos pacientes, según reportó un nuevo estudio.
Los dispositivos de asistencia ventricular izquierda se implantan quirúrgicamente en pacientes con insuficiencia cardíaca que están a la espera de un trasplante de corazón o que son incapaces de recibir uno, de acuerdo con el doctor Timothy Fendler, autor principal y becario de investigación del Instituto del Corazón Mid America de St. Luke en Kansas City, Missouri.
"Estos dispositivos se han convertido en un pilar del tratamiento para personas con insuficiencia cardíaca a lo largo de los últimos 15 años, y ofrecen beneficios de supervivencia verdaderamente fenomenales", dijo Fendler.
Sin embargo, Fendler es coautor de dos estudios que sugieren que la supervivencia mediante el dispositivo de asistencia ventricular izquierda podría tener un costo.
Más de uno de cada cuatro pacientes que reciben un dispositivo de este tipo experimentaron un deterioro notable en su capacidad de recordar, planear y resolver problemas, según halló el estudio.
Y aproximadamente un tercio de los pacientes con los dispositivos experimentaron muertes, disminuciones en la calidad de vida o mala salud luego de recibir el implante, de acuerdo con el otro estudio.
Fendler indicó que los médicos no pueden demostrar que los dispositivos son los culpables, pero sospechan que las pérdidas de función cerebral provienen de ataques cerebrales mayores, menores y mini ataques que suceden debido a los coágulos de sangre provocados por los dispositivos.
"Sabemos que el riesgo de un ataque cerebral es mayor en estos pacientes", dijo. "El dispositivo mismo, dado que es un cuerpo extraño, atrae coágulos de sangre y estos pueden llevar a derrames".
Los medicamentos anticoagulantes pueden ayudar a contrarrestar estos efectos, pero "es difícil equilibrarlos porque no queremos diluir tanto la sangre de la persona que incrementemos su riesgo de eventos de hemorragia", indicó Fendler.
El implante, que es operado con baterías, cuenta con una sonda que extrae sangre de la cámara inferior izquierda del corazón, conocida también como ventrículo izquierdo. La bomba envía posteriormente la sangre a la aorta, la arteria principal, de acuerdo con el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y la Sangre (National Heart, Lung and Blood Institute).
Además de ganar tiempo para los pacientes que están esperando un trasplante de corazón los dispositivos se usan como una solución a largo plazo para pacientes con insuficiencia cardíaca terminal cuando un trasplante no es una opción, según la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).
En el primer estudio, 1,173 pacientes de diferentes hospitales se sometieron a una prueba del pensamiento y la memoria antes del implante, y en cada reunión de seguimiento con su médico.
Los científicos encontraron que alrededor de 29 por ciento de los pacientes sufrieron un deterioro significativo en la memoria y la resolución de problemas tras un año de recibir el implante. Los pacientes eran más propensos a presentar este deterioro si eran mayores y se les había colocado el dispositivo como una terapia permanente en lugar de como un apoyo temporal mientras esperaban un trasplante de corazón.
El segundo estudio incluyó a 164 receptores del dispositivo en un hospital cuya salud y calidad de vida se vigiló entre enero de 2012 y octubre de 2013.
Los investigadores hallaron que 58 pacientes habían sufrido de resultados negativos luego de un año con el implante. Treinta y siete de ellos murieron, 17 experimentaron una disminución significativa en cuanto a su calidad de vida, tres terminaron de vuelta en el hospital dos o más veces debido a insuficiencia cardíaca y uno tuvo un ataque cerebral discapacitante.
Los pacientes con malos resultados generales tuvieron hospitalizaciones más prolongadas para la colocación del dispositivo, recibieron con mayor frecuencia el dispositivo como una terapia permanente y tuvieron más eventos de hemorragia, un suceso común en pacientes con este dispositivo.
"Mientras más comprendemos sobre estos distintos eventos adversos, mejor podemos ayudar a los pacientes a tomar decisiones informadas sobre estas terapias que son maravillosas pero conllevan sus propios riesgos", dijo Fendler.
Investigación de este tipo es importante debido a que los médicos hablan cada vez más de utilizar estos dispositivos para tratar la insuficiencia cardíaca que está afectando el estilo de vida de un paciente pero no los está poniendo en el umbral de la muerte, de acuerdo con el doctor Brahmajee Nallamothu, presidente de Investigación de Resultados y Calidad de la Atención de la Asociación Americana del Corazón.
"Necesitamos entender estas complicaciones si vamos a comenzar a ampliar su uso", dijo Nallamothu.
Pero Nallamothu señaló que la investigación de Fendler únicamente mostró una asociación, y no un vínculo demostrado, entre los dispositivos de asistencia ventricular izquierda y el deterioro mental en algunos pacientes.
"Estos son pacientes verdaderamente enfermos y tienen muchas razones para sufrir deterioro cognitivo", indicó Nallamothu. "Estas son personas que de no haber recibido el dispositivo muy probablemente morirían en un breve periodo de tiempo. Ese es un verdadero punto clave".
Los resultados de ambos estudios se publicaron el 29 de abril en la revista Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Timothy Fendler, M.D., becario de investigación, Instituto del Corazón Mid America de St. Luke en Kansas City, Missouri; Brahmajee Nallamothu, M.D., M.P.H., presidente, Investigación de Resultados y Calidad de la Atención de la Asociación Americana del Corazón y profesor asociado, enfermedades cardiovasculares, Universidad de Michigan; Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes, 29 de abril de 2015