En un futuro no muy lejano hasta el ordenador más corriente tendrá una capacidad de computación superior a la de millones o miles de millones de seres humanos. A partir de ese momento, las personas se tendrán que centrar en hacer las preguntas adecuadas para que sean los ordenadores quienes trasladen qué hacer. Este ejemplo fue puesto por el presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, José Luis Poveda, para explicar lo que se avecina con el big data durante su conferencia en las V Jornadas de Excelencia en Farmacia Hospitalaria organizadas por la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y la Fundación Salud 2000. Una jornada que trató de darle "un giro de 360º a la Esclerosis Múltiple".
Para Poveda, la evaluación de medicamentos que se permitrá gracias al real world data acelerará el conocimiento sobre un fármaco mucho más de lo que ha sido posible hasta ahora. De este modo, será posible obtener resultados de uso en vida real y no solo en ensayos clínicos de forma rápida. Algo que según Poveda “es mucho más relevante para el ciudadano” ya que permite analizar información de la realidad y no de la “ficción de los ensayos clínicos”.
En la actualidad, según el presidente de la SEFH, “estamos viendo solo una parte de la información”. Pero eso está empezando a cambiar ya que “tenemos la capacidad tecnológica y de la gestión y por ello hay mucha más información que empieza a estar disponible”. Las consecuencias son claras para Poveda ya que “va a cambiar todo” en la práctica clínica. Según él, se facilitará la medicina personalizada, habrá una mejor modulación de la demanda, análisis de costes, etc.
Pero no solo eso, según este experto, el big data va a cambiar también el modelo de investigación reduciendo los periodos de desarrollo. Un ejemplo es la secuenciación del genoma que ya está al alcance de todos.