Terapéutica

Hospitales de EE. UU. podrían pasar por alto a menudo las señales de maltrato infantil

LUNES, 13 de julio de 2015 (HealthDay News) -- Muchos hospitales de EE. UU. podrían perder la oportunidad de detectar el maltrato físico a los bebés y los niños pequeños, según un estudio reciente.

LUNES, 13 de julio de 2015 (HealthDay News) -- Muchos hospitales de EE. UU. podrían perder la oportunidad de detectar el maltrato físico a los bebés y los niños pequeños, según un estudio reciente.

El estudio, de más de 300 hospitales en todo el país, halló una gran variación en la adherencia a una longeva directriz sobre la evaluación del maltrato físico.

Esa guía, de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics), afirma que cuando un niño menor de 2 años presente lesiones que sugieran un posible maltrato físico, los médicos deberían indicar una radiografía para examinar si hay fracturas óseas "ocultas". Éstas son fracturas de huesos que no son aparentes a primera vista durante un examen, y podrían ser antiguas lesiones que se han curado por sí mismas.

Una fractura ósea oculta no siempre requiere de tratamiento, pero podría ayudar a confirmar las sospechas de maltrato, señaló la Dra. Joanne Wood, investigadora principal del nuevo estudio.

A pesar de eso, su equipo halló que solamente se realizaron pruebas de fracturas ocultas a aproximadamente la mitad de los bebés con lesiones sospechosas, incluso en aquellos a los que ya se había diagnosticado un maltrato.

Y las prácticas de los hospitales variaron en gran medida. Algunos, por ejemplo, evaluaron a cada bebé con una fractura de fémur, una fractura provocada frecuentemente por maltrato; otros no evaluaron a ninguno de estos bebés.

"En función de la investigación pasada, sabíamos que habría diferencias entre los hospitales", dijo Wood, que trabaja en la Universidad de Pensilvania y el Hospital Pediátrico de Filadelfia.

"Pero nos sorprendió la magnitud de las diferencias", añadió.

Las razones no están claras, dijo Wood. En algunos hospitales, especuló, el personal podría desconocer las directrices. En otros, quizá no haya nadie disponible para hacer una radiografía, sobre todo para los niños que llegan por la noche.

En algunos casos, añadió Wood, quizá la lesión de un niño simplemente no levantó las sospechas de ese médico en concreto.

Fueran cuales fueran las razones, está claro que hay una necesidad de mejorar, afirmó Wood.

"Nuestro estudio no es el primero en mostrar esto", dijo. "Creo que estamos enfatizando una necesidad de una atención estandarizada para este grupo vulnerable de niños".

Los hallazgos, publicados en línea el 13 de julio en la revista Pediatrics, se basan en los expedientes de casi 5,000 niños menores de 2 años que fueron tratados en 366 hospitales de EE. UU. A todos les habían diagnosticado ya un maltrato físico o presentaban una lesión que sugería en gran medida un maltrato: una fractura del fémur o una lesión traumática en la cabeza, como un sangrado alrededor del cerebro.

Con respecto a los niños a los que ya se había diagnosticado un maltrato, solamente al 48 por ciento se les realizaron radiografías para buscar fracturas ocultas. De forma parecida, se realizó una evaluación a un poco más de la mitad de los niños con lesiones sospechosas.

"Este estudio es importante porque muestra que no estamos siguiendo las únicas directrices que tenemos para que nos ayuden a realizar una evaluación completa y no sesgada de niños que presentan un posible maltrato físico", dijo la Dra. Kristine Campbell, profesora asociada de pediatría de la Universidad de Utah.

Al mismo tiempo, simplemente con tener las directrices no es suficiente, dijo Campbell, que escribió un editorial publicado con el estudio.

Lo que falta, señaló, son evidencias de que seguir las directrices mejore en última instancia la vida de los niños.

"Encontrar fracturas de costillas inesperadas en un niño maltratado ciertamente ayuda a respaldar el diagnóstico médico", dijo Campbell. "Desgraciadamente, no podemos afirmar que hallar la fractura de costilla tenga importancia con respecto a la seguridad y la protección del niño contra el maltrato en el futuro".

Y en cuanto a por qué los hospitales varían tanto en las evaluaciones, Campbell dijo que sospecha que hay muchas razones.

Pero otras investigaciones, añadió, han sugerido que algunos médicos evitan del todo hacer diagnósticos de maltrato, porque dudan de que las remisiones a los servicios de protección infantil realmente hagan que la vida de los niños mejore.

A pesar de la incertidumbre, Campbell dijo que los médicos deberían seguir las directrices sobre las fracturas óseas ocultas.

Según Wood, los hospitales podrían contribuir al asegurarse de que el personal sabe cómo reconocer y manejar los posibles casos de maltrato.

"Cada año, más de 1,500 niños fallecen por maltratos en Estados Unidos, y muchos más resultan lesionados", señaló Wood. "Hay una necesidad fundamental de que mejoremos la atención de estos niños".

Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor

FUENTES: Joanne Wood, M.D., assistant professor, pediatrics, University of Pennsylvania Perelman School of Medicine, Children's Hospital of Philadelphia; Kristine Campbell, M.D., associate professor, pediatrics, University of Utah, Salt Lake City; August 2015, Pediatrics

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