LUNES, 3 de agosto de 2015 (HealthDay News) -- Los niños que sufren lesiones cerebrales incluso leves podrían experimentar lapsus momentáneos en la atención mucho después del accidente, según una nueva investigación.
El estudio de niños de 6 a 13 años de edad halló que los lapsus en la atención llevaban a una valoración peor de la conducta y la inteligencia por parte de los padres y los profesores.
"Los padres, los profesores y los médicos deberían ser conscientes de que los problemas de la atención después de una lesión cerebral traumática pueden manifestarse como unos lapsus breves en la concentración, lo que provoca que los niños sean más lentos", dijo el investigador del estudio, Marsh Konigs, candidato doctoral en la Universidad UV de Ámsterdam, en los Países Bajos.
Esta pérdida de la concentración era aparente incluso cuando los escáneres no mostraron ningún daño cerebral obvio, dijeron los investigadores.
La lesión cerebral traumática puede producirse por un golpe en la cabeza provocado por una caída, un accidente de tráfico, una agresión o una lesión deportiva. Una conmoción cerebral es un tipo de lesión cerebral traumática. En 2009, más de 248,000 adolescentes y niños fueron tratados en las salas de emergencias de EE. UU. por lesiones cerebrales traumáticas o conmociones relacionadas con actividades deportivas y recreativas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Para realizar el estudio, publicado en línea el 3 de agosto en la revista Pediatrics, los investigadores compararon a 113 niños que habían sido hospitalizados con una lesión cerebral traumática con 53 niños que habían sufrido una lesión traumática, pero no en la cabeza. Las lesiones, que iban de leves a graves, se produjeron en promedio más de 18 meses antes.
Los investigadores realizaron pruebas del funcionamiento mental y evaluaron los formularios rellenados por los padres y profesores al menos dos meses después de las lesiones.
El grupo con lesiones en la cabeza mostró una velocidad de procesamiento más baja, hallaron los investigadores. Y sus lapsus en la atención eran más prolongados que los observados en los otros niños. Pero a diferencia de otras investigaciones, no se reportaron diferencias en otro tipo de atención, como la atención ejecutiva: la capacidad de resolver conflictos entre reacciones opuestas.
Pero los autores indican que aunque los hallazgos sugieren una asociación entre las lesiones en la cabeza y los lapsus en la atención, no demuestran una relación directa de causalidad.
El estudio no examinó los remedios, pero Konigs dijo que los medicamentos estimulantes recetados para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) quizá beneficien también a los niños con lesiones en la cabeza que presentan estas deficiencias en la atención.
La moraleja de este estudio es que incluso una lesión en la cabeza leve puede resultar en problemas, dijo el Dr. Andrew Adesman, jefe de pediatría del desarrollo y conductual del Centro Médico Pediátrico Cohen de Nueva York, en New Hyde Park, Nueva York, que no participó en la investigación.
"Este estudio proporciona más evidencias sobre la importancia de intentar minimizar los traumatismos cerebrales, dado que incluso cuando no hay un daño visible en las TAC o las IRM, aun así puede haber un efecto adverso significativo en la capacidad de atención y en la conducta", comentó Adesman.
Esta investigación subraya la necesidad de proteger a los niños de las lesiones en la cabeza a través de la supervisión adecuada, un uso consistente de los asientos para niños y los cinturones en el coche, además del uso de un casco cuando vayan en bicicleta y jueguen deportes de contacto, añadió.
Un hallazgo notable es que estos efectos sobre la atención pueden ser prolongados, dijo el Dr. John Kuluz, especialista en lesiones cerebrales pediátricas del Hospital Pediátrico Nicklaus de Miami, que no participó en el estudio. Aunque algunos niños se recuperan suficientemente después de un traumatismo en la cabeza, algunos presentan lapsus en la atención que interfieren con el trabajo escolar.
Los padres y los profesores pueden ayudar al restringir la "sobrecarga sensorial", dijo Kuluz. "Pueden verse sobrecargados con los estímulos sensoriales de los videojuegos, los mensajes de texto y otras fuentes".
Si se tiene una capacidad limitada para prestar atención, dijo, "se ha de usar la energía cerebral en las cosas importantes, como puede ser el trabajo escolar, y no pasarse horas y horas jugando videojuegos y enviando mensajes de texto".
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
FUENTES: Marsh Konigs, M.Sc., Ph.D. doctoral candidate, VU University, Amsterdam, the Netherlands; Andrew Adesman, M.D., chief, developmental and behavioral pediatrics, Cohen Children's Medical Center of New York, New Hyde Park, N.Y.; John Kuluz, M.D., pediatric brain injury specialist, and director, traumatic brain injury and neurorehabilitation, Nicklaus Children's Hospital, Miami, Fla.; August 2015, Pediatrics