LUNES, 21 de septiembre de 2015 (HealthDay News) -- A las personas que toman una dosis baja de beta-bloqueadores tras un ataque cardiaco les podría ir mejor que a las que toman la dosis estándar de este medicamento que se receta con frecuencia, según un estudio reciente.
Los pacientes que han sufrido un ataque cardiaco y a los que se da solamente una cuarta parte de la dosis que se usó en los ensayos clínicos vivieron tanto tiempo como los pacientes a los que se dio una dosis más alta, según los investigadores de la Universidad de Northwestern, en Chicago.
Y en algunos casos, los que tomaron una dosis baja vivieron incluso más tiempo: un aumento del 20 al 25 por ciento en el nivel de supervivencia. Para maximizar su efectividad, la dosis del beta-bloqueador se debería personalizar para cada paciente individual, aconsejaron los autores del estudio.
"Nos propusimos la misión de mostrar que si se trataba a los pacientes con las dosis que se usaron en los ensayos clínicos, les iría mejor. Esperábamos ver que los pacientes a los que se trataba con dosis más bajas tendrían un nivel de supervivencia peor", dijo el Dr. Jeffrey Goldberger en un comunicado de prensa de la universidad. "Nos sorprendió mucho descubrir que su nivel de supervivencia fue igual de bueno, y posiblemente incluso mejor".
Goldberger es profesor de medicina en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern y cardiólogo en el Hospital Conmemorativo Northwestern, y también dirige el programa de arritmia cardiaca del Centro para la Innovación Cardiovascular Feinberg.
Basándose en estos hallazgos, Goldberger dijo que deberían realizarse nuevos estudios para determinar los efectos de los diferentes beta-bloqueadores y cuáles son los más efectivos para los pacientes individuales.
"Probablemente no haya una sola dosis correcta para todos los pacientes", dijo. "No tiene sentido que la misma dosis funcione para un hombre frágil de 80 años que ha sufrido un pequeño ataque cardiaco que para un hombre fuerte de 40 años que ha sufrido un ataque cardiaco masivo", explicó Goldberger.
El estudio contó con la información de casi 6,700 pacientes con ataques cardiacos. Al 90 por ciento de ellos se les recetó un beta-bloqueador. Todos los pacientes que tomaron un beta-bloqueador vivieron más tiempo que aquellos a los que no se dio este medicamento, según los investigadores.
Casi el 15 de por ciento de los que recibieron una dosis entera fallecieron en el término de 2 años, frente a un poco menos del 13 por ciento de los que tomaron media dosis del medicamento. Por otra parte, el 9.5 por ciento de los pacientes con un cuarto de dosis y el 11.5 por ciento de los que tomaron una octava parte de la dosis fallecieron durante este periodo, según el estudio publicado el 21 de septiembre en la revista Journal of the American College of Cardiology.
"Ahora necesitamos averiguar cómo determinar la dosis de los pacientes individuales. Es algo que nadie ha tenido en cuenta en las décadas que hemos estado usando este medicamento", dijo Goldberger.
"Esta gran laguna en el conocimiento ha quedado completamente sin explorar. Dado que es un medicamento que usamos para cada paciente que ha sufrido un ataque cardiaco, tenemos que saber cómo usarlo adecuadamente", señaló en el comunicado de prensa.
A aproximadamente el 90 por ciento de las personas a las que se trata por un ataque cardiaco se les da un beta-bloqueador, indicaron los autores del estudio. Este tipo de medicamento, que incluye el metoprolol (Toprol XL) y el acebutolol (Sectral), se usa para mejorar el nivel de supervivencia y para evitar futuros ataques cardiacos.
Los bloqueadores-beta funcionan al detener los efectos de la adrenalina en el corazón. También reducen las arritmias y ayudan a prevenir la insuficiencia cardiaca. Algunos pacientes reciben tratamiento con dosis bajas del medicamento si hay una preocupación más grande por los posibles efectos secundarios, como la fatiga, la disfunción sexual y la depresión, explicaron los autores del estudio.
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
FUENTE: Northwestern University, news release, Sept. 21, 2015