Gestión

Un estudio de Sefar revela la “situación extrema” que sufren las farmacias VEC

La Sociedad Española de Farmacia Rural reclama medidas compensatorias para las que están en situación económica comprometida

La Sociedad Española de Farmacia Rural (Sefar) ha hecho público hoy el informe ‘Análisis sobre los Gastos Fijos de una Oficina de Farmacia’, cuyos datos ponen de manifiesto, según expresan desde esta Sociedad, la “situación extrema” de las farmacias VEC (con Viabilidad Económica Comprometida).

En el estudio, en el que han participado 77 farmacéuticos titulares de oficina de farmacia (la mitad de las cuales son VEC), analiza los valores medios de 18 gastos fijos de una oficina de farmacia, tales como la cuota de autónomos, receta electrónica, telefonía, gastos colegiales, suministros, electricidad, seguros, personal, asesoría, limpieza o seguridad (ver gráfico en mayor tamaño).

Según los datos recabados, la cantidad mensual en gastos fijos de una farmacia VEC es de 1.231 euros, mientras que una farmacia no VEC gasta 4.431 euros mensuales. Esta amplia diferencia se debe sobre todo a los gastos en personal (que suponen el 56% de los gastos no fijos en una farmacia no VEC). Así, si se extrae la cantidad destinada a nóminas, las farmacias VEC tienen un gasto mensual de 1.107 euros y el resto de 1.946 euros.

Si además se elimina del cálculo el gasto en local y la diferencia existente entre la cuota media de autónomo, los gastos entre ambos tipos de farmacia se acercan más (con una distancia de 540 euros). Esta cantidad, aunque importante, contrasta con la diferencia de facturación entre una y otra farmacia, según el informe, que revela que la facturación media mensual de una farmacia VEC es de 8.468 euros, mientras que la del resto es de 74.167 euros. Por tanto, una farmacia VEC factura el 11,42% del total de una farmacia media. Esta situación pone de manifiesto, según se afirma en el documento, que “existen oficinas de farmacia con facturaciones muy exiguas que han de afrontar unos gastos fijos excesivos y oficinas de farmacia con grandes facturaciones cuyo margen de beneficio es cada vez más amplio”.

Apuntan que una de las dificultades a las que se enfrentan las farmacias rurales es que, así como las urbanas pueden apostar por la venta libre para ayudar a compensar la disminución de ingresos provocada por la bajada del precio de los fármacos y las medidas de contención, “las farmacias VEC, especialmente las ubicadas en el medio rural, no puede acogerse a este valor refugio al presentar, debido a su ubicación y tipología de pacientes a los que atiende, valores de venta libre inferiores al 10% de sus ventas totales”.

Una de las preocupaciones mostrada por la Sociedad de farmacia rural es el hecho de que el 92% de los titulares de farmacias VEC presenten una base de cotización mínima, con pensión a futuro en torno a 600 euros/mes, y con 3 de cada 4 titulares sin personal asociado a la actividad, lo que implica, a su parecer, “una altísima tasa de precariedad laboral y vislumbra igualmente problemas a nivel personal y familiar”.

La Sefar también denuncia a través de este estudio que no existan mecanismos de solidaridad interna o medidas compensatorias para las farmacias VEC. En su opinión, “la receta electrónica constituye el más claro ejemplo de una negociación colectiva insolidaria, al suponer el mismo gasto para todas las oficinas de farmacia con independencia del número de equipos de los que ésta disponga o la velocidad de conexión real o el número de dispensaciones que realice”.

Ante esta situación de desventaja de las farmacias VEC, desde la Sefar se reclama que las medidas de control del gasto se diseñen de forma proporcional y se evalúe su impacto sobre las oficinas de farmacia con una situación económica más desfavorable. También piden que se amplíe la vía abierta con el RDL 09/2011, “que ha resultado de una aplicación tardía y escasa en su cuantía”, señalan en el informe.

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