Opinión

¿Y si en vez de medicamentos fueran…?

Artículo de opinión de José María López Alemany, director de Diariofarma, sobre la evolución del gasto y las medidas de control del déficit

Artículo de opinión de José María López Alemany, director de Diariofarma

https://diariofarma.com/wp-content/uploads/2015/05/Jesus-Vidart.jpg_fotoLos últimos acontecimientos en relación a la venta ilegal de medicamentos a través de plataformas de venta entre particulares no son nuevos. Al contrario, vienen de muy atrás y no parece que, con las armas actuales, ni Agencia Española de Medicamentos (Aemps) ni Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado puedan hacer frente a una actividad tan ilegal como peligrosa para la salud pública de los ciudadanos.

En los últimos días los farmatuiteros han denunciado varias decenas, probablemente algún centenar de anuncios de venta de medicamentos en plataformas como Wallapop, Milanuncios y Vibbo. Lamentablemente el enorme esfuerzo realizado no parece que haya servido para hacer desaparecer los anuncios prohibidos. Solo se han reducido, aunque como he podido observar yo mismo, entre el martes 5 y el miércoles 6, habían incluso incrementado el número de anuncios activos de alguno de los medicamentos más habituales en el estraperlo de medicamentos.

Sé que es difícil perseguir estos delitos ya que se cometen, habitualmente, por personas individuales no reincidentes. Por eso, creo que es necesario concienciar, bien por las buenas o bien por las malas a los cooperadores necesarios de que su modo de trabajo tiene que cambiar. ¿Tanto cuesta pasarle a los sitios de compra-venta los listados de términos más habituales y nombres de medicamentos afectados más frecuentes y que ellos pongan los filtros adecuados para su control? ¿O es que no quieren hacerlo? Creo que es una cuestión básica y habría que analizar las modificaciones legales necesarias para hacer responsables a quien no prevenga la publicación de estos anuncios en sus plataformas. Y más si, como es el caso, se ha demostrado que se utiliza de forma habitual para la venta indiscriminada de medicamentos.

La vigilancia de las páginas web y su posible presencia de oferta ilegal de medicamentos no es algo que competa ni a los farmacéuticos ni a las organizaciones profesionales. Debe ser llevado a cabo de forma proactiva, como bien dice el presidente del CGCOF, Jesús Aguilar, por las autoridades responsables. Y estas deben contar con las herramientas tecnológicas y legales oportunas.

Por ese motivo, creo que los sitios que permiten la venta ilegal de cualquier producto deben ser responsables de la misma si se produce una actuación reincidente a través de sus plataformas y más si la actuación ilegal puede llevarse a cabo sin ni siquiera preocuparse por ocultar el nombre de los medicamentos, evidenciando que no hay el más mínimo control. Una situación que además, se hace más (in)comprensible si, como parece lógico, reciben una remuneración por cada transacción. Por todo ello, si para atajar este problema hace falta cambiar alguna ley, pues debería cambiarse. Esperemos que el ‘caso Wallapop’ sirva para iniciar el cambio en este ámbito porque no me imagino que la situación vivida estos días fuera igual si en vez de medicamentos el comercio ilegal hubiera sido de algún producto ilegal.

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