Uno de los temas centrales de la primera jornada del 76º Congreso Mundial de Farmacia y Ciencias Farmacéuticas, que se celebra en Buenos Aires del 28 de agosto al 1 de septiembre, fue la necesidad de promover la educación sanitaria y dotar al paciente de los instrumentos adecuados para que sea capaz de tomar decisiones que ayuden a la mejora de su salud y al control y prevención de la enfermedad.
Esta capacidad de los ciudadanos para entender la información relacionada con la salud y usarla para estar más sanos, denominada health literacy, fue puesta de relieve durante el Congreso. En este concepto, los farmacéuticos deben tener un papel fundamental, según destacaron los expertos participantes en la sesión plenaria, titulada ‘El desafío de reducir la carga de enfermedades’.
El uso de las nuevas tecnologías y de las herramientas digitales para conectar con los pacientes es clave para un mayor conocimiento sobre la propia salud, lo que permite intervenir para mejorarla. En este contexto, las redes sociales se presentan como una oportunidad, según expresa Inma Riu, experta en social media y directora de Saludability, para quien las experiencias presentadas en el Congreso de la FIP están poniendo de manifiesto que plataformas como Facebook son una buena herramienta para acercarse a los usuarios de manera más directa y ofrecerles consejo profesional. Riu, que ha realizado una ponencia sobre las oportunidades que presenta el social media, considera que el farmacéutico debe estar presente en este canal y saber dar respuesta a las necesidades de los pacientes en el ámbito 2.0.
Del mismo modo, la oficina de farmacia debe apostar por la utilización de las nuevas tecnologías para dar un mejor servicio a los usuarios, con la introducción de aplicaciones móviles que permiten un mayor control de su salud y que contribuyan a la detección de enfermedades. “Tal y como hemos visto durante las sesiones congresuales, hay grupos de farmacéuticos a nivel internacional que vienen apostando con mucha fuerza por los temas digitales y las aplicaciones e instrumentos que permiten medir salud y que ayudan a mejorar el control de la enfermedad, también desde la farmacia, que debe ir por este camino si quiere seguir siendo necesaria”, apunta Riu.
En España, aunque de forma más incipiente, también existen farmacéuticos que realizan una intensa actividad en redes sociales, especialmente en Twitter. De hecho, uno de los posters presentados durante el Congreso de la FIP, realizado a partir de encuestas realizadas a un centenar de farmacéuticos comunitarios presentes en internet (#farmatuiteros), analiza qué les aporta el mundo digital.