Los datos del 'XVIII Informe Anual Aspime de la Oficina de Farmacia Española 2017', extraídos de un muestreo en el que han participado 850 boticas, son rotundos. Los márgenes de las oficinas de farmacia volvieron a crecer en 2015, independientemente de su exposición a la venta por receta y de sus rangos de facturación (desde las que facturaron menos de 300.000 euros a las que vendieron más de 2 millones).
Aspime clasifica a las farmacias en turísticas (aquellas que facturaran más del 40% por venta libre), medias (en las que ésta representa entre un 20 y un 40%) y populosa (las recetas copan más del 80%). Las primeras vieron crecer el margen bruto hasta el 30,83%, desde el 30,77% registrado el año anterior. El neto también escaló, del 9,78 al 10,02%, como lo hicieron las inversiones, principalmente, según Josep María Besalduch, "en rediseños de la farmacia, cajoneras, robots y nuevos equipos informáticos".
No ocurrió lo mismo con los costes laborales, que pasaron de representar un 10,81 a un 10,73% en esta tipología de farmacias, todas ellas con niveles de facturación que estuvieron por encima del millón de euros. Besalduch entiende que gran parte de esa reducción de costes laborales "se debe a una política de contencion del gasto, a cambio de una mayor implicacion del titular, a los efectos de seguir mejorando la cuenta de resultados", argumento que también aplica para las farmacias de tipo medio.
El estudio de Aspime indica que éstas obtuvieron un aumento del 29,13 al 29,85% en el margen bruto, siendo el neto de 9,87%, frente al 9,67% de 2014. En esta categoría también se percibió un incremento de las inversiones (del 4,19 al 4,23%) en las mejoras anteriormente citadas, una de las causas, según la asesoría, de los buenos datos obtenidos. Los costes laborales pasaron de suponer un 10,96% a un 10,57% para este tipo de boticas, que obtuvieron una cifra de negocio de entre 300.000 y 1,2 millones de euros.
Por último, Aspime ofrece los datos de las farmacias populosas, las más expuestas a receta, cuya facturación no superó los 300.000 euros. En estas, el margen bruto subió casi un punto, del 28,33 al 29,21%, mientras que el neto creció del 9,26 al 9,63%. Además, el hecho de que tuvieran una cifra de negocio más reducida no impidió que estas boticas apostaran también por la inversión, pasando del 3,77 al 4,13%, aunque los costes laborales aumentaron su peso, pasando del 9,12 al 9,88%. Besalduch lo explica con el hecho de que sea "el segmento que mas ha tenido que potenciar la atencion farmaceutica, y esto les ha obligado a invertir en mayor calidad de personal".