Ante el incremento de los desplazamientos y con el comienzo de la temporada estival, el experto del Departamento Médico de Cinfa, Eduardo González Zorzano ha querido recomendado "tomar conciencia de que las precauciones comienzan ya en el momento de hacer el equipaje". En este sentido, señaló que en la maleta no pueden faltar "fotoprotectores de factor 30 o superior, un botiquín con los medicamentos más básicos, calzado cómodo para evitar las ampollas y rozaduras y, si se trata de un destino de sol, gorros y gafas para protegernos".
En caso de viajar a zonas tropicales, la prevención debe ser todavía mayor. En primer lugar, se debe acudir con antelación suficiente al Centro de Vacunación Internacional, con el fin de informarnos sobre las vacunas necesarias en la zona y, durante el viaje, "llevar con nosotros un buen repelente de mosquitos que cuente entre sus principios activos con la dietiltoluamida (DEET)".
Tampoco pueden faltar los antidiarreicos e, incluso, los laxantes, pues nuestro estómago hará frente a nuevas gastronomías e, incluso, a horarios de comidas a los que no está acostumbrado. "Igualmente, debemos seguir una correcta higiene del sueño para prevenir el jet-lag tras desplazamientos muy largos y, en climas calurosos, beber mucha agua para mantenernos hidratados, aunque esta no puede ser del grifo si nos encontramos en países en vías de desarrollo", concluye el experto de Cinfa.
Los diez consejos saludables de Cinfa
'Protégete adecuadamente del sol'. Además de fotoprotectores de factor 30 o superior que protejan frente a las radiaciones UVA, UVB e IR-A, las gafas de sol y un sombrero.
'Refuerza las frutas y verduras'. El estreñimiento es un compañero de viaje habitual, por lo que, en vez de relajar la dieta, hay que intentar consumir alimentos ricos en fibra como las frutas y verduras, que favorezcan el tránsito intestinal. También es recomendable practicar a diario un poco de ejercicio.
'Bebe líquido abundante'. Ingerir dos litros de agua al día para mantener tu organismo hidratado. Ayudará tanto a hacer frente al calor como a evitar los problemas intestinales. En caso de visitar países en vías de desarrollo, siempre agua embotellada y evitar los hielos.
'Frente al jet-lag, correcta rutina del sueño'. Se recomienda dormir lo máximo posible durante el vuelo en caso de llegar temprano al lugar de destino. En caso de que sea por la noche, dormir lo antes posible y, posteriormente, trata de mantener un horario de sueño regular.
'Evitar la ropa ceñida y mover las piernas con frecuencia'. Para evitar la sensación de piernas cansadas y la retención de líquidos, son convenientes las prendas holgadas que favorezcan la circulación. Para viajes largos en coche o avión, mover frecuentemente pies y piernas.
'Prestar atención a los pies'. Cuando se hace turismo es necesario utilizar un calzado flexible y de anchura adecuada a nuestros pies, a fin de prevenir la aparición de rozaduras, callos o ampollas. Usar zapatos de planta acolchada o, en su defecto, utilizar una almohadilla plantar. También es fundamental secar e hidratar bien los pies, y en piscinas o zonas comunes, utilizar escarpines o chancletas para evitar el desarrollo de hongos.
'No dejarse puesto el bañador húmedo'. La humedad en la ropa tras el baño favorece el crecimiento de las bacterias que provocan la cistitis o infección del tracto urinario. Mejor ponerse ropa seca cuanto antes.
'Cuidado con las picaduras'. Mejor prescindir de colonias o jabones con aromas demasiado dulces o intensos, ya que atraen la atención de los mosquitos. En las zonas de mayor riesgo resulta conveniente usar ropa que cubra toda la piel, recurrir a mosquiteras y, sobre todo, aplicarse los correspondientes repelentes de mosquitos siguiendo las instrucciones del fabricante.
'En guardia contra las enfermedades tropicales'. Para los viajes a destinos exóticos conviene acudir con un par de meses de antelación a un Centro de Vacunación Internacional para conocer las vacunas o precauciones necesarias en la zona.
'Un botiquín con los productos esenciales y medicación habitual'. Agua oxigenada, desinfectantes cutáneos, gasas esterilizadas y esparadrapo. Analgésicos, antigripales, antidiarreicos y antihistamínicos también pueden resultar muy útiles, al igual que las pastillas contra el mareo. Ante alguna enfermedad crónica, no olvidar la medicación para todo el tiempo que dura el viaje.