El Gobierno va a seguir apostando por Barcelona como sede de la Agencia Europea de Medicamentos hasta que se celebre la elección el próximo 20 de noviembre. Según el Ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, “nos vamos a dejar la piel” para conseguir albergar la sede de la EMA. Así ha respondido a una pregunta realizada por la diputada socialista, Meritxell Batet, durante la sesión de control al Gobierno, al respecto que si el Ejecutivo iba a intensificar sus esfuerzos para conseguirlo.
Batet hizo referencia a las informaciones aparecidas en prensa en los últimos días en relación a las pocas opciones que tiene Barcelona de hacerse con la sede de la EMA, algo que les “genera cierta inquietud”. En este sentido, la diputada del PSOE reconoció que “tener un exconseller de Sanidad huido en Bruselas y una alcaldesa de Barcelona que toma las decisiones por ambición personal y no pensando en el proyecto político para su ciudad no ayuda, no ayuda absolutamente nada”. No obstante, consideró que la cuestión de la EMA “no es una negociación cualquiera”, sino que es un hito importante para España y que el Gobierno “tiene que actuar a nivel internacional para transmitir de manera diáfana su apuesta por Barcelona como capital catalana, como capital española y como capital europea”
La diputada socialista ha asegurado que el ex segundo teniente de Alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, del PSC, ha trabajado y seguirá haciéndolo para conseguir que la EMA vaya a Barcelona, aunque esté fuera del equipo de gobierno municipal. “Los barceloneses nos merecemos esta apuesta y este país se merece esta apuesta”, aseguró Batet.
Por su parte, Dastis dejó claro que la candidatura de Barcelona es “sólida y de futuro”, que ha sido elegida por los funcionarios de la agencia, que “asegura la continuidad porque tiene un fantástico edificio” y se ve beneficiada de la “fantástica infraestructura de la que goza Barcelona”. A pesar de ello, el ministro de Exteriores reconoció que “que la situación no es la ideal, desgraciadamente, por las circunstancias que vive Cataluña en estas últimas semanas”.
“La llegada de la Agencia de Medicamentos a Barcelona supondría un espaldarazo no solo para Barcelona sino también para toda España; por la Unión Europea en su lucha contra los populismos y los nacionalismos; por la economía de Barcelona, por el dinamismo empresarial que generaría y por su impacto en las ciencias de la salud en el historial de excelencia farmacéutica que tiene Cataluña”, zanjó el ministro.