El vicepresidente de la Asociación Española de Derecho Sanitario, Julio Sánchez Fierro, intervino en la rueda de prensa organizada por Cofares en el marco de su encuentro ‘Atención domiciliaria: continuidad asistencial’, y defendió el diseño de “una estrategia nacional de atención domiciliaria, que incluya atención farmacéutica”, para que, a partir de ahí, las comunidades autónomas se desarrollen modelos adaptados a sus necesidades.
“Debemos contar con unos criterios básicos compartidos a nivel nacional, ya que, de no tenerlos, se generarán inequidades. Cada uno va a hacer su proyecto y luego nos veremos obligados a ver cómo nos ponemos de acuerdo para solventar problemas que podríamos haber resuelto con una coordinación inicial a nivel nacional”, opinó.
Además, al tratarse de un enfoque multidisciplinar, manifestó que lo más lógico sería “que se desarrollen protocolos para que optimizar el trabajo de cada uno, para evitar así un conflicto de competencias, que no tiene ningún sentido. Lo importante es si disponemos de una atención buena, mala o regular”, concluyó.
Sobre las oportunidades que se abren en el ámbito de la atención domiciliaria habló Lluis Triquel, socio director de Antares Consulting, que se refirió a las previsiones demográficas que existen, y que apuntan a un incremento significativo de las personas con más de 65 años, para las que abogó por políticas de envejecimiento activo, y de las que presentan edades superiores a los 80 años, que suelen presentar mayor grado de dependencia.
Oportunidad para la farmacia
En estos casos, la tendencia, señaló, es a conseguir que estas personas puedan permanecer en sus casas, en vez de hospitales y residencias, por una cuestión de costes, por un lado, y por el propio de deseo de muchas de ellas de vivir sus últimos años en sus domicilios. Y es en este contexto en el que, precisó, se abren nuevas oportunidades para las oficinas de farmacia. En este sentido, Eduardo Pastor, presidente de Cofares, afirmó que “si los pacientes prefieren estar en sus domicilios, los que formamos parte del ámbito sanitario, incluida la farmacia, tenemos que buscar la forma de aportar soluciones”.
De hecho, fue más allá y avanzó que la atención farmacéutica domiciliaria sería más importante, si cabe, en el mundo rural, con municipios que en muchos casos no cuentan con centros de salud. Es en ellos en los que el farmacéutico, como profesional titulado, “puede hacer dar una asistencia de calidad a las personas mayores”, indicó Pastor. Más teniendo en cuenta, añadió Yolanda Tellaeche, directora del Instituto de Formación Cofares, que “el farmacéutico puede ofrecer una capacidad humana, de escucha y de empatía que son muy importantes”.